Desde Lesbos en Grecia, la periodista española Ane Irazabal explica la situación de desamparo de los migrantes del campo de Moria y la de los residentes de la isla, que sienten que Europa les ha abandonado.
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
Hace apenas 6 días el presidente Turco Recep Tayyip Erdogan abrió las puertas de Turquía a más de 18.000 migrantes y refugiados de Siria y Afganistán para que entren en Europa. Allí, en Turquía, se está desplegando todo un equipo que se encarga de trasladar a estos refugiados a la frontera con Grecia para descongestionar el país y el destino más cercano a las costas turcas es la isla griega de Lesbos, situada en el mar Egeo. Esto lleva a que los migrantes se encuentren en una situación de desamparo, por un lado los turcos les empujan hacia la frontera griega y por otro, los griegos, les niega el paso, en la mayoría de los casos usando la fuerza. “Los migrantes están muy asustados por los últimos ataques fascistas que han sufrido por parte de algunos grupos organizados que en los últimos días han llevado a cabo ciertos controles de carreteras alrededor del campo para amedrentar a los refugiados y están completamente desesperados” explica desde Lesbos para Vatican News la periodista freelance española Ane Irazabal.
El campo de refugiados más grande de Europa se encuentra en Lesbos
Moria, el campo de refugiados de Lesbos, se ha convertido en el mayor campo de refugiados de Europa con más de 20.000 personas. “Nadie sabe muy bien cuántas personas hay dentro de Moria – dice la periodista – pero se calcula que podría haber entre 20.000 y 22.000”. Estos refugiados, además de encontrarse en condiciones alarmantes, “están preocupados – dice Ane Irazabal – porque son conscientes de las últimas noticias políticas, saben que Grecia ha suspendido el Derecho de Asilo durante el próximo mes y no saben qué va a ser de ellos”.
Médicos sin Fronteras vuelve a abrir su clínica en Lesbos
La periodista española también explica que a pesar de que muchos voluntarios “han vuelto a casa” porque han sido atacados por esos grupos fascistas organizados, en los últimos días las grandes organizaciones humanitarias internacionales, como por ejemplo Médicos Sin Fronteras “han vuelto al campo de Moria para abrir su clínicas” y ofrecer su ayuda “indispensable” a los refugiados.
Los habitantes de Lesbos sienten que Europa les ha abandonado
Por su parte, los habitantes de Lesbos “están enfadados con las autoridades griegas y también con la Unión Europea” asegura Ane Irazabal. La razones son varias. La primera, “porque creen que Europa ha dejado sola a la isla y a la mayoría de las islas griegas ante un drama, el de los refugiados, que dura ya cinco años”. La segunda, porque estos residentes creen que Europa “ha dado un nuevo rol a Grecia, el de policía de frontera y quiere convertir a Lesbos en una gran cárcel para refugiados a cielo abierto”.
Tomado del portal Vatican News
