Actual senador por el partido Farc ha dicho que ejecutó la operación para ese asesinato.
La salida del senador por el partido Farc Carlos Antonio Lozada del Congreso, luego de su confesión alrededor del crimen de Álvaro Gómez, es una de las posibilidades que quedó planteada en la mañana de este miércoles.
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La posibilidad la puso sobre la mesa el alto Comisionado de Paz, Miguel Ceballos, quien afirmó que el Gobierno, en ejercicio del seguimiento y cumplimiento al acuerdo de paz, solicitará a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que se “evalúe” la compatibilidad del ejercicio del cargo de senador” de Lozada, “con el reconocimiento que acaba de hacer”.
“Hay un senador de la República que está reconociendo que ejecutó la orden que le dio el ‘Mono Jojoy’ para que, a través de la red urbana Antonio Nariño, se cometiera este crimen tan doloroso y que ha afectado la vida política de este país”, explicó Ceballos en W Radio.
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Las palabras del funcionario se dieron luego de que el propio Lozada admitiera, en una entrevista con El Espectador, que, junto con el frente urbano Antonio Nariño, ejecutó la orden que habían dado las Farc para asesinar el líder conservador.
Sin embargo, al parecer la salida de Lozada del Congreso no sería un asunto tan sencillo, al menos desde el punto de vista jurídico.
De acuerdo con varios expertos consultados por EL TIEMPO, habría seis caminos diferentes por los cuales Lozada podría salir del Congreso: una condena penal individualizada, pérdida de investidura, renuncia aceptada, incapacidad física permanente, nulidad de su elección y destitución por parte del Procurador General.
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No obstante, ninguna de estas causales se aplicaría en su caso tomando en cuenta dos elementos: el primero, que los 9 integrantes de la antigua guerrilla de las Farc que están en el Congreso tienen una inmunidad frente a la justicia ordinaria y que, por ello, están siendo procesados en la justicia transicional.
Este hecho, en opinión de expertos, hace que no se aplique, por ejemplo, una condena penal individualizada, como podría suceder en el caso de Lozada.
Y la segunda razón es que la llegada de estos excombatientes al Legislativo no fue mediante una elección popular, como sucede con el resto de los partidos y movimientos políticos, a los cuales sí se les aplican varias de estas causales para salir del Congreso.
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Contrario a esto, la llegada de los exintegrantes de las Farc al Capitolio fue producto del acuerdo de paz que se firmó en el gobierno pasado y que, según lo avalado por el propio Congreso, está vigente.
Así las cosas, algunos observadores han advertido que el planteamiento de que Lozada salga del Congreso tendría un componente más político que jurídico, el cual, seguramente, será objeto de debate en los próximos días.
Tomado del diario EL TIEMPO
