Verdades y mentiras sobre el vapeo y el cigarrillo electrónico

Foto: Diego Santacruz / EL TIEMPO

Estos dispositivos son cada vez más usados, pero pueden poner en riesgo su salud.

Por: Unidad de Salud de EL TIEMPO

Los llamados Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), entre los que se incluyen los cigarrillos electrónicos, los calentadores de tabaco y los vapeadores, son más que una moda: se trata de la apuesta que las grandes tabacaleras han adoptado como el futuro del tabaquismo.

Prueba de ello es que la mitad de los niños fumadores en Colombia hoy ingresan a ese mundo a través de ellos, según la más reciente Encuesta Nacional de Tabaquismo en Jóvenes.

Se trata, además, de un nuevo reto para la salud pública, pues todavía no hay evidencia completa sobre los efectos que estos productos causan en el cuerpo, al punto que actualmente son motivo de alarma en Estados Unidos por la identificación de más de 200 casos de una extraña enfermedad pulmonar causada por el uso de vapeadores.

De hecho, hay consenso entre las sociedades científicas sobre la necesidad apremiante de una regulación que disminuya el riesgo potencial que hoy representan.
Por eso es necesario, de una vez por todas, poner en claro lo que se sabe y lo que no sobre esta clase de dispositivos.

¿El vapeo es menos dañino que fumar tabaco? Verdad.

Los cigarrillos electrónicos calientan la nicotina (extraída del tabaco), los saborizantes y otros químicos para producir un vapor de agua que usted inhala. Los cigarrillos convencionales de tabaco contienen 7.000 químicos, muchos de ellos tóxicos. Si bien no sabemos exactamente qué químicos contienen los cigarrillos electrónicos, el médico Michael Blaha, director de investigación clínica del Centro Ciccarone para la Prevención de Enfermedades Cardiacas de Johns Hopkins, le dijo a EL TIEMPO que “no hay casi ninguna duda de que estos producen menos químicos tóxicos que los cigarrillos convencionales”.

¿Son buenos entonces para la salud? Mentira

Blaha es claro: vapeadores y cigarrillos electrónicos son malos para la salud. Explica que la nicotina es el elemento principal tanto de los cigarrillos convencionales como de los nuevos dispositivos, y es muy adictiva. Provoca que uno sienta ansias de fumar y, si uno ignora esas ansias, sufre síntomas de abstinencia. La nicotina también es una substancia tóxica. Eleva la presión arterial y la adrenalina, lo cual incrementa la frecuencia cardiaca y aumenta la probabilidad de tener un ataque al corazón.

Y agrega que muchos aspectos sobre el vapeo aún se desconocen, incluyendo qué químicos componen el vapor que se inhala y cómo afectan la salud física de una persona a largo plazo. “La gente tiene que entender que los cigarrillos electrónicos y vapeadores tienen el potencial de ser peligrosos para la salud -indica-. Usted está exponiéndose a todo tipo de químicos que todavía no entendemos bien y que probablemente no sean inocuos”.

¿Los cigarrillos electrónicos son igual de adictivos que los convencionales? Verdad.

Ambos contienen nicotina, una sustancia que, según las investigaciones, puede ser igual de adictiva que la heroína y la cocaína. Y lo peor, según dice el médico Blaha, es que muchos de quienes usan los cigarrillos electrónicos absorben aún más nicotina que fumando productos con tabaco porque compran cartuchos extrafuertes, que tienen mayor concentración, o se puede incrementar el voltaje del cigarrillo electrónico para obtener un efecto más intenso de la sustancia.

Teniendo en cuenta que los SEAN de última generación tienen una mayor eficiencia en la liberación de nicotina en cada inhalación y una capacidad para utilizar mayores
concentraciones de nicotina en sus líquidos, esto conlleva a un mayor potencial de favorecer la  aparición de una adicción más temprana y más fuerte a este tipo de productos. Para el año 2017, 14 países tenían normatividad para la regulación de los límites de concentración de la nicotina que pueden contener, siendo de 20 mg/ml.

¿Cigarrillos electrónicos y vapeadores son lo mejor para dejar de fumar? Mentira.

Aunque los han comercializado como un método de ayuda contra el tabaquismo, los cigarrillos electrónicos y vapeadores no son dispositivos para dejar de fumar, según la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA). Un estudio reciente reveló incluso que la mayoría de las personas que tenían la intención de usarlos para romper con el hábito de la nicotina terminaron por continuar fumando cigarrillos convencionales y también electrónicos.

En una revisión de sistemática que incluyó tres ensayos clínicos y nuevos estudios de cohorte observacionales, sólo dos ensayos mostraron un impacto a favor del uso de estos dispositivos como estrategia para la cesación. Los datos aportados por los estudios  observacionales no mostraron este impacto. 

¿Una nueva generación se está volviendo adicta a la nicotina? Verdad

Entre los jóvenes, los cigarrillos electrónicos son más populares que cualquier otro producto tradicional que contiene tabaco. En el 2015, la dirección general de Sanidad de los Estados Unidos informó que el uso de estos entre los estudiantes de secundaria había aumentado en 900 por ciento, con el agravante de que el 40 por ciento de ellos nunca habían fumado el tabaco normal.

En Colombia, la prevalencia del consumo de cigarrillos electrónicos entre adolescentes escolares ya se ha equiparado a la del cigarrillo convencional, siendo del 9 por ciento, según la Encuesta Nacional de Tabaquismo en Jóvenes presentada en el 2018. El III Estudio Epidemiológico Andino sobre Consumo de Drogas en la Población Universitaria indicó que el 16,6 % de los estudiantes universitarios colombianos ha usado cigarrillos electrónicos alguna vez en la vida, con una prevalencia mayor en los estudiantes de 18 años y menos (de 19,6 %).

Según el médico Blaha, hay tres razones por las cuales los cigarrillos electrónicos y los vapeadores pueden ser una tentación especial para los jóvenes. Primero, muchos creen que el vapeo es menos dañino que fumar tabaco. Segundo, estos dispositivos tienen un costo proporcional más bajo que los cigarrillos convencionales. Y por último, los cartuchos de vapeo a menudo vienen con sabores, como tarta de manzana y sandía, que atraen a los adolescentes. A eso hay que sumar la ausencia de humo. Al no tener olor, los cigarrillos electrónicos reducen el estigma social del tabaquismo.

¿El uso de saborizantes o aromatizantes no genera riesgo cardiovascular o respiratorio? Mentira.

La evidencia actual sugiere que la exposición a corto plazo de las células endoteliales a compuestos aromatizantes utilizados en productos de tabaco tiene efectos adversos sobre ellas y esto podría tener un efecto de toxicidad cardiovascular.

Los saborizantes utilizados en los líquidos de los SEAN pueden tener un efecto citotóxico agudo en las  células respiratorias. Para el año 2017, 13 países tenían normatividad para la regulación de los ingredientes y sabores que pueden ser usados. Y la FDA de los Estados Unidos en marzo del 2019 emitió una propuesta de regulación, según la cual los únicos sabores que permitirá serán los de menta, mentol y tabaco. Sin embargo, esta propuesta ya ha recibido objeciones por parte del Centro de Adicción y Regulación del Tabaco de la Asociación Americana del Corazón manifestando que el sabor a mentol es también uno de los que más atrae al consumo a los adolescentes y adultos jóvenes, tal y como la evidencia lo ha señalado en varias ocasiones.

¿Estos dispositivos pueden ser la puerta de entrada a otras adicciones? Verdad.

Por un lado, los adolescentes y los adultos jóvenes que usan cigarrillos electrónicos tienen 3,6 veces más probabilidades de consumir cigarrillos tradicionales solo o en combinación con cigarrillos electrónicos, en comparación con los que no los usan. Además, los adolescentes que utilizan estos dispositivos tienen más probabilidades de consumir  cannabis, no solo en su forma tradicionalmente quemada, sino también a través del vapeo, ya que los aparatos electrónicos ofrecen oportunidades para la experimentación y la personalización del consumo.

¿Vapeadores y cigarrillos electrónicos no dañan la boca? Mentira.

En conjunto, estudios en humanos e in vitro sugieren que los aerosoles de cigarrillos electrónicos pueden causar daño a la salud oral al inducir inflamación gingival en la cavidad oral. Además, los estudios in vitro indican que los aerosoles de cigarrillos electrónicos pueden causar la muerte celular directa y el daño del ADN a las células epiteliales.

Fuentes: Johns Hopkins Medicine, Fundación Anáas, Sociedad Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax, Sociedad Colombiana de Medicina Interna, Sociedad Colombiana de Medicina Familiar, Escuela de Salud Pública de la Universidad del Valle, Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad ICESI, Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, Red Colombiana de Instituciones de Educación Superior y Universidades Promotoras de Salud, Red Papaz, Educar Consumidores y la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas.


Tomado del diario EL TIEMPO