Colombia empieza hoy una nueva historia en Brasil: Argentina, su rival

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Arranca el desafío de la Selección, bajo el mando DT Carlos Queiroz. Juego en Salvador (5 p. m.)

Por: Pablo Romero

EL TIEMPO

Hoy será un sábado diferente. Los jugadores de la Selección Colombia se levantarán con los nervios de una final, aunque solo sea el comienzo; saldrán del hotel y verán ese sol resplandeciente de Salvador de Bahía, sentirán sus vientos huracanados, se introducirán en ese río de camisetas amarillas, llegarán al estadio Arena Fontenova y allí serán recibidos como si fueran locales.

Los latidos se acelerarán, se pondrán los pelos de punta, más cuando escuchen de fondo las cumbias, los joropos y el himno nacional que se entona con el alma; entonces mirarán, a los ojos, en la cancha, a los rivales argentinos y a Messi, y cuando ruede la pelota empezará el nuevo desafío: los primeros 90 minutos para luchar por ganar la Copa América.

Hace cinco años, Colombia llegó a Brasil para disputar el mejor mundial de su historia: un quinto lugar con goles memorables, fantasía, baile y gritos. Hoy, la Selección está de regreso, y es inevitable que esos recuerdos invadan el equipo: miles de camisetas tricolor, el 10 de James estampado con orgullo, las pelucas del Pibe que mantienen viva la historia, todo eso está de vuelta. Es la atmósfera que se respira en Salvador, donde la gente no habla de Messi sino de Falcao, al que no pudieron ver en el 2014.

El comienzo para el equipo no es el más esperado. Nadie quiere debutar contra Argentina, ni siquiera con esta Argentina disminuida, pero toca, y hay que ganarle para empezar bien y ganar entusiasmo. No es un partido para confiarse; al contrario, es de los retos más grandes en este torneo. Al fin y al cabo, ellos tienen a Messi, con todo lo que eso implica. Pero Colombia tiene a James y un nuevo DT, Carlos Queiroz, quien pondrá en escena todo su bagaje. Si Argentina carga una presión gigante, Colombia sostiene murallas de ilusiones.

En Colombia hay un aura de optimismo que rodea al equipo, y por qué no se iba a tener si hace rato que los colombianos miran a los ojos a los argentinos, sin temor, sin agachar la cabeza ni temblarles las piernas. Sin embargo, este partido es difícil, como lo ha sido siempre, de esos en los que un mal paso deriva en un abismo.

En la última eliminatoria, Colombia hizo todo un plan defensivo para contener ese adversario, y perdió 3-0. Así que se debe ir con cuidado. Los jugadores lo saben. Cuando se le preguntó a Falcao García por este rival, no titubeó: “Argentina siempre va a ser un candidato”.

La última vez que se enfrentaron fue un 0-0, en un amistoso el año pasado; entonces no estuvo Messi, ni tampoco James. Ambos equipos estaban en igualdad de condiciones y quedaron debiendo la fantasía y los goles, pero era un amistoso. La verdadera prueba es hoy, en el arranque de la Copa.

“Tenemos que ir paso a paso. Estamos soñando con entregarle una alegría más a nuestro país. Sé que los aficionados están a la expectativa de nosotros, pero tenemos que tener los pies sobre la tierra para lo que queremos”, dijo el portero David Ospina, prudente, sin comprometer la humildad.

Pero, en el fondo, los jugadores de Colombia saben que tienen fuerzas y armas para dar la pelea, para salir a la cancha del Arena Fontenova a jugar con ímpetu, con la magia de James, con los rugidos de Falcao, con la agilidad de Ospina, con la fiereza de Mina y Dávinson Sánchez, con la bravura de Barrios, con la alegría de Cuadrado, si es que juega, porque es la gran incertidumbre en la nómina titular.

Queiroz viene dejando pistas regadas de lo que quiere implementar, pero solo hoy sabremos cuál es su verdadero plan. Su estrategia para combatir a Messi y los suyos. Será la primera prueba para la nueva era de la Selección. Atrás quedaron los recuerdos felices de Brasil 2014; es hora de construir la nueva historia.

PABLO ROMERO
ENVIADO ESPECIAL DE EL TIEMPO – Salvador Bahía, Brasil


Tomado del portal del diario EL TIEMPO