Colombia insiste en creación de corte internacional anticorrupción

Foto: Cancillería

Durante la reunión del Grupo de Expertos sobre Corrupción, organizada en Noruega por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, con el apoyo de ese país, el canciller Carlos Holmes Trujillo insistió ayer a la comunidad mundial acerca de la necesidad de la creación de una corte internacional anticorrupción.

El alto cargo dijo que este flagelo se ha convertido en un crimen transnacional, sin embargo, la aplicación de las leyes penales ha sido débil en muchos países.

El Canciller colombiano dijo que “en un mundo donde la corrupción continúa aumentando y es un problema en muchos países, y donde las distinciones entre las esferas de acción nacional e internacional son cada vez más borrosas, se necesita una cooperación internacional más fuerte y más sólida para hacer cumplir las leyes penales que prohíben la corrupción. Particularmente, en casos que involucran grandes cantidades de activos”.

Añadió que en el contexto de la globalización la corrupción actualmente es un crimen transnacional cada vez más complejo y sofisticado. “Como tal, debemos abordarlo de manera transnacional”, dijo Trujillo García.

Agregó el Canciller que se requiere hacer más que criminalizar la corrupción. “Debemos fortalecer nuestras instituciones encargadas de prevenir, detectar, investigar y sancionar los actos de corrupción. Tenemos que mejorar el nivel de intercambio de información entre nuestras agencias nacionales para recuperar activos robados. Necesitamos identificar las mejores prácticas para efectuar la confiscación y repatriación de activos”.

Por ello, Trujillo destacó que “necesitamos crear una nueva corte internacional anticorrupción. Entre otras cosas, este tribunal proporcionaría un foro para el procesamiento y castigo de los líderes corruptos que gozan de impunidad en sus propios países porque controlan la administración de justicia”.

Con miras a que esta iniciativa se materialice el Canciller invitó ayer a los participantes en la reunión del Grupo de Expertos sobre Corrupción a que “insten en la Declaración Final a las Naciones Unidas a crear la corte internacional contra la corrupción, como parte del proceso de fortalecimiento del marco legal internacional contra la corrupción”.

A principios de este año, Colombia hizo un llamado a las Naciones Unidas para crear la corte internacional anticorrupción y discutir sobre esto en la Sesión Especial de su Asamblea General. En ese sentido el canciller Trujillo destacó “es gratificante que el Presidente de Perú haya expresado recientemente un gran interés en esta iniciativa y que otras naciones también estén considerando seriamente unirse a este esfuerzo”.

Por esta razón, el Canciller indicó ayer en Noruega que Colombia se propone asumir una posición de liderazgo en el escenario internacional para fortalecer el régimen de lucha contra la corrupción. Nuestro país y Perú impulsaron la convocatoria de una Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU sobre este problema, que tendrá lugar en el primer semestre de 2021, con el objetivo de adoptar acciones concretas para prevenir y combatir la corrupción, así como para fortalecer la cooperación internacional en la materia, incluyendo el estudio de la propuesta colombiana de crear una corte internacional anticorrupción.

‘Monstruo’ de mil cabezas

El Canciller dijo en Noruega que la corrupción es un “combustible de la inestabilidad, la violencia, la actividad criminal y la pobreza” que se encuentra en todos los niveles de la vida pública y que se ha convertido en una importante barrera para el desarrollo sostenible. Por estas razones, la reducción de este flagelo, y del soborno, ha sido incluida en la Agenda de Desarrollo Global en el ODS 16.

Trujillo García también afirmó que la corrupción se presenta como una amenaza para la legalidad, el emprendimiento y la equidad. “La corrupción es una amenaza seria al imperio de la ley”, indicó y agregó que “está vinculada con otras formas de crimen organizado nacional y transnacional, como el terrorismo, el narcotráfico, el lavado de dinero, el contrabando, el tráfico de armas y de personas”.

Igualmente, señaló que la corrupción afecta el emprendimiento porque “incrementa el costo de los negocios, distorsiona los mercados, impide el crecimiento económico, obstaculiza los negocios basados en competencia justa y alimenta las economías clandestinas”. Finalizó indicando que este flagelo “perpetúa los ciclos de pobreza y destruye el capital social, al desviar los recursos que se necesitan para la provisión de bienes y servicios públicos en nuestras sociedades, afectando especialmente a los más vulnerables”.

Según los datos recopilados por el Foro Económico Mundial, los costos globales anuales de la corrupción ascienden a al menos USD 2,6 trillones, lo que representa aproximadamente el 5% del PIB (Producto Interno Bruto) global.


Tomado del diario El Nuevo Siglo