Comunidades sufren la guerra con mesa o sin ella

Foto: Manuel Saldarriaga Quintero

Aunque la mesa de diálogos con el Eln no fue un alivio para la mayoría de los territorios en los que hace presencia esa guerrilla, sí era sinónimo de esperanza, de que era posible un futuro en paz. Ahora, tras la ruptura de las negociaciones, tienen miedo de la arremetida militar.

Por: Olga Patricia Rendón M.

El Colombiano

Desde el atentado a la Escuela de Cadetes, en zonas donde opera el Eln se han presentado varios hechos que si bien no han sido esclarecidos, las hipótesis los señalan: el sábado pasado hubo un atentado contra el oleoducto trasandino en Mallama (Nariño), el martes lanzaron dos granadas contra la Estación de Policía en Saravena (Arauca), ese mismo día hubo hostigamientos contra la Fuerza Pública en Remedios (Antioquia,) y en la madrugada de ayer atentaron con un explosivo de baja capacidad contra la Policía en Anorí (Antioquia).

Por eso hay temor en muchas poblaciones, quienes sienten que vienen represalias y que ellos quedarán en medio. Para ello la Fuerza Pública fortaleció su presencia en esos municipios con el fin de proteger a los civiles y a la infraestructura estatal.

Catatumbo

En esa región el Eln pelea dos guerras, la primera contra la Fuerza Pública, especialmente contra la Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra 3), y la segunda contra el Epl, que ha sido mucho más intensa y con peores consecuencias humanitarias.

“Hay incertidumbre total en la región, sabemos que es de dominio de ellos, hasta el momento no se ha presentado ninguna alteración del orden público, esperamos que no haya retaliaciones contra los civiles”, dijo Edwin Contreras, alcalde de El Carmen.

Para el personero de Hacarí, Jhonny Galvis, nada ha cambiado, “haya o no haya diálogo la situación va a continuar”.

Sin embargo, Wilfredo Cañizales, director de la Fundación Progresar, opinó que “si se llega a dar una escalada de violencia en el país, nosotros vamos a ser el departamento que más va a sufrir las consecuencias de la ruptura de la mesa. Este es un territorio estratégico para el Eln donde ellos han fortalecido muchísimo su presencia, indudablemente cualquier decisión que tome la guerrilla de avanzar en una estrategia militar, Norte de Santander va a estar ahí”.

Antioquia

“Desde las comunidades del Nordeste siempre hemos creído que una solución al conflicto es el diálogo. Con esta ruptura, lo único que se pone en riesgo son nuestros campos”, aseguró Carlos Morales, vocero de Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño (Cahucopana).

A lo que agregó: “los habitantes de las zonas rurales son los directamente afectados por las malas decisiones tomadas por los actores armados implicados en la guerra”.

En Anorí, en cambio, ya pasaron de la simple expectativa a los hechos. “Hacía mucho rato no teníamos ningún hostigamiento, pero ahora estamos preocupados porque se pueden incrementar los hechos delictivos por parte del Eln”, manifestó William Velásquez, secretario de Gobierno de ese municipio.

Y es que si bien no hay pruebas para atribuirle el atentado a la Estación de Policía de ese municipio, que por fortuna no dejó víctimas, el único grupo armado que opera allí es el Eln.

Por eso en un consejo de seguridad se tomaron las siguientes decisiones: reforzar la seguridad en la infraestructura estatal (Estación de Policía, Alcaldía, hospital, instituciones educativas y Casa de Justicia), prohibir la circulación de motos después de las 10:00 p.m., y ofrecer una recompensa de $3 millones a quien dé información para esclarecer el hecho.

Chocó

Un funcionario de Bahía Solano, que pidió reserva de su identidad, contó que desde hace mucho tiempo, pero en especial desde que se instaló la mesa de diálogos con el Eln, los habitantes no pueden ir a ninguna playa lejana, ya que estas fueron tomadas por la guerrilla para hacer envíos de coca hacia Centroamérica. “Ellos son la ley donde están y la presencia del gobierno es mínima o ninguna; los pobladores están a la merced de ellos”, advirtió.

En su opinión, “los diálogos sirvieron para que ellos pudieran sacar más fácilmente su droga, porque la Armada dejó de vigilar esta parte del Pacífico. Y además comenzaron a enfrentarse con los del Clan del Golfo por el control de la droga y eso ha traído más muertos”.

Con la ruptura de esa mesa de negociaciones siente que los civiles quedaron en medio de las balas y encerrados en la cabecera municipal para no exponerse a un secuestro o a ser asesinados.

Nariño

En esta zona del país que ha sido víctima en muchas ocasiones por la voladura del oleoducto Trasandino, la Fuerza Pública reposicionó a 700 hombres para garantizar la seguridad de infraestructura petrolera, energética y vial, indicó el general Jorge Isaac Hoyos, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules.

Lo que le dio tranquilidad al Gobernador de Nariño, Camilo Romero, quien pidió a la Fuerza Pública debilitar a la guerrilla económicamente hasta asfixiarla.

CONTEXTO DE LA NOTICIA

PARÉNTESIS

AVANZAN INVESTIGACIONES POR ATENTADO

El fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, aseguró que se ha establecido un número mayor de copartícipes en el atentado a la Escuela de Cadetes General Santander, pero todavía no se han expedido nuevas órdenes de captura. Lo que sí ocurrió fue la reactivación de la circular roja de Interpol contra “Pablo Beltrán”, quien era el jefe negociador del Eln, y sus compañeros de delegación “Aureliano Carbonell’ y “Gustavo Martínez”, quienes supuestamente están en Cuba.


Tomado del portal de noticias del diario El Colombiano