¿De qué habla la canción más críptica de Antonio Vega? El misterio resuelto sobre la letra de ‘Lucha de gigantes’

Foto: Antonio Vega, fotografiado en marzo de 1998

Este miércoles noche se celebró en el WiZink Center de Madrid un concierto solidario de Acción Contra el Hambre que lleva por nombre el título de este tema del músico madrileño. La temática de la pieza está llena de especulaciones. Pero solo hay una verdad

Por: Sara Navas

Icon / EL PAÍS (ES)

Antonio Vega (Madrid, 1957-2009) la cultura popular española le debe una de las canciones más representativas de la Movida madrileñaChica de ayer. Pero no es la única de sus composiciones que han acabado convirtiéndose en un himno. Temas como Una décima de segundoEl sitio de mi recreo o Se dejaba llevar forman parte de la historia del pop español y son reivindicadas de forma constante.

Sin embargo, no todos saben qué es lo que el músico quería contar en sus versos. Pues, tal y como declaró a Vanity Fair Paloma Concejero, directora del documental Antonio Vega. Tu voz entre otras mil (2014), “para él explicar las canciones era como traicionarlas”. Una de las letras que más especulaciones genera es Lucha de gigantes.

A principios de 2018, en la penúltima edición de Operación Triunfo (año en que Amaia Romero ganó el concurso), Javier Calvo -profesor de interpretación en la Academia junto a su pareja Javier Ambrossi- explicaba a Amaia, Aitana y Agoney el significado de esta canción: “Habla de las adicciones, de la heroína y de los monstruos contra los que tuvo que luchar y por los que acabó muriendo”. Pues es un error. Acudamos a la fuente primigenia para resolver el misterio.

El propio Antonio Vega confesó a la edición española de la revista Rolling Stone en 2006, tres años antes de su muerte, que este tema que compuso en 1987 cuando aún estaba en Nacha Pop es una oda a la astrofísica, una de sus grandes pasiones. “Es un recuerdo de la ubicación de las dimensiones del ser humano en un entorno cósmico, de la relatividad entre la grandeza del hombre y su pequeñez en un entorno grandioso e infinito. Es un juego de palabras que lleva un poco a pensar en el juego relativo entre infinitud y lejanía”, explicó Vega a Ángel Carmona, redactor por aquel entonces de esta publicación musical.

Ni rastro de referencias a las sustancias estimulantes que muchos le han adjudicado a esta canción. Ángel Carmona, premio Ondas 2015 a mejor presentador de radio musical por su programa Hoy empieza todo (Radio 3), recuerda este jueves a ICON: “Eso fue lo que me dijo Antonio Vega palabra por palabra. No hizo ninguna mención a las drogas. Yo también he escuchado que se trata de un tema sobre la heroína, pero él me dio esa explicación”. Entre los que creían en la teoría de las drogas se encontraba alguien con quien Antonio Vega había estado 18 años: la pintora Teresa Lloret, que afirmó en un reportaje de Joseba Elola publicado en EL PAÍS en 2009 -unos meses después de la muerte del músico- que este tema estaba dedicado a la heroína.

El astrofísico, además de fan y gran conocedor de la obra de Antonio Vega, Javier Armentia analiza para ICON algunos versos de la canción: “Convierte el aire en gas natural”; “En un mundo descomunal siento mi fragilidad”; “Creo en los fantasmas terribles de algún extraño lugar”; “Me da miedo la enormidad donde nadie oye mi voz”. Armentia recuerda que a finales de los años ochenta, cuando se compuso Lucha de gigantes, la búsqueda de vida extraterrestre estaba en la conversación. “Películas como Alien influyeron en que la sociedad empezara a tener más conciencia del universo y de lo pequeños que somos como individuos, algo que el músico trata claramente en esta canción cuando habla de la inmensidad donde nadie oye su voz y de la fragilidad que sentía en la enormidad de este mundo”, comenta Armentia.

Otro acontecimiento que fomentó este interés por aspectos astrofísicos tuvo lugar el mismo año que se compuso esta canción. En 1987 explotó la supernova 1987A como consecuencia del colapso del núcleo de una estrella muy masiva. Fue un suceso único que ayudó a los astrofísicos a conocer más sobre el comportamiento de las supernovas (explosiones estelares) y despertó la conciencia del universo entre el público. “En Lucha de gigantes, Antonio Vega transmitió muy bien la grandeza del universo y lo narra como el gran poeta que era. No es una canción explícita que use términos científicos, pero se ve de forma clara ese sentimiento”, añade Javier Armentia.

El propio autor de Lucha de gigantes habló en más de una ocasión sobre la fascinación que le provocaba la física, el cosmos y las matemáticas. Afición que conocían bien quienes le rodeaban. “Lo que me llama la atención para escribir una canción es la realidad, la evidencia física, la comprensión y la posibilidad de definir científicamente un acontecimiento”, confesó Vega también a Rolling Stone. La periodista musical Arancha Moreno reseñaba esta querencia en EL PAÍS en 2016: “Antonio llegó a matricularse en la Escuela de Físicas y se preparó para el examen de la Escuela Nacional de Aeronáutica, pero abandonó los estudios por la música y utilizó las canciones para viajar a esos espacios que tanto le fascinaban”.

Javier Aramayona, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Ciencias Matemáticas, entiende que el músico jugaba en estos versos con la relatividad entre lo físico y lo filosófico. “Por un lado, expresa la conciencia de que somos parte de un universo enorme donde somos extremadamente pequeños. Por otro, habla de la soledad del individuo en estos tiempos modernos donde impera una sociedad individualizada y las relaciones personales han perdido fuerza”. Aramayona interpreta que la “bestia” de la que Vega habla en la canción es él mismo (“vaya pesadilla/, corriendo con una bestia detrás/. Dime que es mentira todo”). “Probablemente se sentía atrapado en sus demonios y luchara contra sí mismo por este motivo. La sensación que me queda al escucharla es que se sentía muy solo en un universo enorme donde cada uno va a lo suyo. Creo que hace referencia a su propio lado oscuro marcado probablemente por un fuerte inconformismo”, comenta el investigador del CSIC.

Antonio Vega tenía un coeficiente intelectual de 168. “El mismo coeficiente que el de Einstein”, señalaba Bosco Ussía, autor de la biografía Antonio Vega. Mis cuatro estaciones (2009), en el reportaje publicado en EL PAÍS en 2009. Por su parte, Paloma Concejero, que dedicó cinco años a investigar la vida del músico para sacar adelante su documental, afirma que Lucha de gigantes prueba la admiración que Antonio Vega sentía por el astrónomo Carl Sagan. “En Lucha de gigantes lo que está más presente es su pasión por los grandes espacios, las estrellas y esos mundos que le fascinaban. Antes que músico, Antonio quiso ser astronauta o profesor de astrofísica… ‘Siento mi fragilidad en un mundo descomunal’; ese verso expresaba bien su insatisfacción existencial: este planeta se le quedaba pequeño pero, a su vez, el universo era demasiado grande”, señaló Concejero a Vanity Fair.

“No creo que sea una canción específica sobre la droga. Tenía otras más claras como Quiero estar mejor o Se dejaba llevar. El momento en el que la escribió estaba en un lío tremendo personal y de sustancias. Su visión de las cosas, la vida y el mundo estaba condicionada por el consumo, pero tampoco creo que sea la canción que más fuertemente refleje este aspecto de su vida”, concluye la directora de Antonio Vega. Tu voz entre otras mil. De la misma opinión es Bosco Ussía. “Lucha de gigantes no trata concretamente sobre la droga, aunque es verdad que siempre he pensado que ‘la bestia detrás’ a la que hace referencia la letra era el monstruo del mono, del síndrome de abstinencia”, declaró el biógrafo del músico a la misma publicación.

Más allá de aquello que Antonio Vega quiso transmitir con esta letra, Ángel Carmona recuerda a ICON una anécdota acerca de los aplausos que se oyen en los primeros segundos de Lucha de gigantes. “Carlos Narea [productor de El momento, disco de Nacha Pop que incluía esta canción] me contó que era una broma interna porque a él le gustaba tanto ese juego de acordes del principio que siempre que los oía los vitoreaba. Y esta broma que tenía con Nacha Pop hizo que cuando estaban grabando el disco tomaran la decisión de meter unos aplausos que no existen. La persona que estaba mezclando el disco les dijo que tenía a mano el disco en directo de Dire Straits y que podían coger los aplausos de ahí. Así que los aplausos que suenan en Lucha de gigantes son los aplausos del álbum Alchemy: Dire Straits Live”.

Otro nuevo capítulo de ese gran misterio que es Lucha de gigantes.


Tomado del portal Icon del diario EL PAÍS (ES)