Drástica caída del comercio latinoamericano

El coronavirus ha afectado a las economías con mayor apertura. Análisis.

Las crisis que se generan o impactan a los sistemas económicos generales en los países de América Latina y el Caribe han conllevado por lo general y significativamente, a caídas en el comercio internacional de la región. Esto ha operado tanto para el portafolio exportador dentro y fuera de los diferentes tratados de integración que adelantan operaciones en la actualidad, tal el caso de la Alianza del Pacífico (AP) y del Mercado Común del Sur (Mercosur).

(Claves para que pequeñas y medianas empresas hagan frente a la crisis). 

Como era de esperarse, esas caídas de intercambios también han afectado drásticamente a las economías con mayor apertura, generalmente asociadas a países con relativos pequeños mercados internos. Dado que éstos no cuentan con mayor demanda agregada en los ámbitos domésticos, deben abrir sus economías a fin de que las exportaciones permitan aumentos de producción.

(El futuro de las energías limpias y el papel de la innovación). 

Evidencia de cómo las crisis afectan sensiblemente el comercio exterior, se tuvo como consecuencia del colapso financiera internacional cuyo punto de inflexión ocurrió el 13 de septiembre de 2008, con la quiebra del banco de inversiones, Lehman Brothers. Ya para el año siguiente, 2009, la caída del comercio internacional de las naciones latinoamericanos era de -21%. Ahora, como producto de la actual pandemia y el confinamiento que la misma ha conllevado, se espera que la contracción del comercio regional sea de un -25%.

Con base en cifras del Banco Mundial (BM) del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), es posible estimar que, en promedio, las exportaciones regionales se contraerían en un -23%, mientras que las importaciones en -25%. Se superaría con ello, las caídas de la referida crisis financiera global de 2008.

(“No se puede desaprovechar una buena crisis”). 

Estas contracciones se encuentran relacionadas, aunque en mayor grado, con las caídas que se han tenido en los mercados mundiales. Efectivamente, el comercio global tuvo una contracción de -17% durante el período de enero a mayo de 2020. Se esperaba que, para fin de año, esa contracción tendiera a ser menor. Sin embargo, estas apreciaciones están siendo revisadas a fondo, dados los rebrotes del Covid-19 que se evidencian en Europa -España sería, aunque no el único, un caso representativo de este fenómeno.

Ante lo que sería la inoperancia del sector exportador como apalancamiento del crecimiento de producción, se hace más necesaria el apoyo estatal, en especial de las micro, pequeñas y medianas empresas de la región, las que tienen un peso del 95% del total de empresas en América Latina y el Caribe.

Desde luego que no se trata de provocar desbalances crónicos en las cifras del Estado, pero lo urgente y prioritario, es rescatar los niveles de empleo, de ingresos y de competitividad, que muevan el entramado de los sectores productivos en la región.

Sandra Milena Chacón
Decana de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario.


Tomado del diario Portafolio