El primer taxi volador llegaría en menos de 5 años

Foto: Bloomberg / Reuters / Steve Marcus

El hexacóptero Bell Nexus, que despega y aterriza verticalmente, busca ser una opción de movilidad.

Por: Wilson Vega – Editor de Tecnología

El Tiempo

Por años, Bell ha sido sinónimo de aeronaves, en especial helicópteros. El famoso UH-1 Huey de la guerra de Vietnam; el primer Marine One, usado por Dwight D. Eisenhower, los Cobra de la guerra del Golfo y hasta el memorable Lobo del Aire fueron aparatos de la firma de Fort Worth, Texas.

Ahora, así como escribió el pasado, Bell quiere subirse al futuro del transporte aéreo, y para eso tiene una visión ambiciosa que comienza con usted y su celular.

​El CES de Las Vegas, que concluyó la semana pasada, fue el espacio escogido por la empresa para presentar el Nexus, que parece una mezcla de un DJI Phantom con los transbordadores de V, la batalla final. En él está plasmada una experiencia acumulada de décadas en el campo del vuelo sin alas.

En rigor, el Nexus es un hexacóptero capaz de despegar y aterrizar de forma vertical. Ya en vuelo, los rotores giran para darle impulso. A bordo, el Nexus lleva un piloto y cuatro pasajeros. Pero no sueñe con un mundo de propietarios volando al trabajo y al colegio como en Los Supersónicos. Lo más probable es que este vehículo y sus similares funcionen en la plataforma de ride-sharing de Uber.

Pero ni siquiera una empresa de la trayectoria de Bell puede hacer esta clase de desarrollos por sí sola. Una vez construido, el Nexus debe poder integrarse a un sistema de navegación aérea sobre zonas densamente pobladas.

A la par con los aparatos, debe surgir una regulación que los haga seguros, y por eso, en este prototipo está el trabajo de firmas de aviación, ingeniería e informática como Safran (que desarrolló Safran, el sistema de propulsión híbrido), EPS (que se encargó de las baterías), Thales (hardware y software) y Moog (sistema de control de vuelo).

Otra participación destacada fue la de Garmin, que trabajó en la integración de la aviónica y la computación a bordo.

El prototipo que llegó a Las Vegas funciona (es decir, sus motores encienden), pero no podría volar. La propulsión eléctrica para vuelos de una duración útil depende de que se consigan baterías suficientemente livianas, lo cual tomará, dicen expertos, un par de años.

La meta de Bell es que la nave, que pesa casi 3 toneladas, pueda volar cerca de 250 kilómetros en una hora. Si se cumplen los plazos estimados, las pruebas comenzarían en 2023.

La era del ‘skyport’

Para usar esta clase de vehículo en las ciudades modernas será necesario construir docenas de skyports, que no son otra cosa que aeropuertos especializados en naves eléctricas de despegue vertical.

Uber dice que podría construirlos encima de los parqueaderos actuales y usaría tecnología de punta en automatización para coordinar unos cien aterrizajes por hora. En el futuro, los skyports serían verdaderos edificios, capaces de cargar una nave en cuatro minutos y medio y manejar hasta mil aterrizajes por hora.

Para ayudar a crear nuevos sistemas de rotor más silenciosos y de mayor rendimiento que se utilizarán en el modelo de referencia común, Uber y el Comando de Investigación, Desarrollo e Ingeniería del Ejército de Estados Unidos, Army Research Lab, han firmado un Acuerdo de investigación y desarrollo cooperativo (Crada) y una Declaración de trabajo Conjunto (JWS).

Este acuerdo incluye el financiamiento conjunto y el desarrollo de investigación para crear la primera hélice de co-rrotación apilada para su uso, un nuevo concepto con dos rotores colocados uno encima del otro que giran en la misma dirección y son significativamente más silenciosos para una aeronave.

​Además de su taxi volador, Bell presentó el Autonomous Pod Transport (APT), una línea de drones de carga que sería empleada en misiones médicas, logísticas o de asistencia a fuerzas de seguridad. Se contempla que puedan, por ejemplo, llevar suministros a plataformas petroleras o entregar paquetes por demanda en el mercado corporativo.


Tomado del portal del diario El Tiempo