¿El rock es de izquierdas o de derechas?

Un diálogo tuitero entre el músico Pepo Márquez y el líder del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, reabre el debate

Por: Nacho Serrano

ABC

Si el rock tuvo alguna vez un sentimiento antiautoritario inherente, lo lógico es pensar que no sentirá nada especial ni por la izquierda ni por la derecha. Además, ha sido muy importante en la demolición de discriminaciones raciales y de género, pero las veces que ha logrado impulsar cambios políticos reales y tangibles pueden contarse con los dedos de una mano. Es muy habitual ver a sus artistas posicionarse con la izquierda, pero ni de lejos puede decirse que esa sea la norma: Elvis visitando a Nixon, Johnny Ramone defendiendo a Reagan a capa y espada, Ted Nugent venerando a George W. Bush, John Lydon a Donald Trump, nuestro Sherpa poniendo a caldo a PSOE y Podemos…

Pero por alguna razón, sigue llamando la atención que la gente de derechas sea fan del rock. «Al loro a la portada del perfil de Alejandro Fernández, presidente del PP en Cataluña», ha señalado el músico Pepo Márquez (de los estupendos The Secret Society y otras cuantas bandas más), aludiendo a la imagen utilizada por el político en su cuenta de Twitter: una foto de Josh Homme, líder de la banda estadounidense Queens of the Stone Age.

«Johnny Ramone era más de derechas que yo», le ha contestado el político. «Y así unos cuantos, incluidos los Eagles of Death Metal, por cierto. De donde nunca salieron rockeros es en países comunistas, mira tú. Será que allí sí saben del poder libertario del Rock». Esta última afirmación no es cierta (por supuesto que ha habido grupos de rock en países comunistas), algo que reconoce en su siguiente mensaje: «Pero no fue el «clima creativo» más favorable me temo. Simplemente discrepaba de tu visión sobre el «daño». Uno de mis ídolos de juventud, Ian Svenonious, es marxista militante. Su música no me hizo nunca daño. Me flipaba, que es otra cosa».

Fernández continúa: «El rock bueno no le hace daño a nadie. Tampoco el más subversivo. Te digo yo que The Clash o los Pistols no le hicieron daño a Thatcher». Es en este punto donde Márquez le concede cierto grado de razón: «La lectura es que hace mucho que el rock en general ya no hace daño a quien debería hacérselo».

Rockeros conservadores

La lista de rockeros de derechas es bien amplia. El más ilustre quizá sea Elvis Presley, que se reunió con Nixon en la Casa Blanca el 21 de diciembre de 1970 para expresarle su preocupación por el país y sugiriendo que podría usar su posición para ayudar, ya que «la cultura de las drogas, los elementos hippies, la SDS, las Panteras Negras, etc… no me consideran su enemigo». Presley también sugirió que se le nombrara Agente federal en la Oficina de Narcóticos y Drogas Peligrosas, destacó su amor por su país y le dijo a Nixon que estaba de su lado. También aseguró que había estado estudiando el «lavado de cerebro comunista» y que los Beatles habían sido «un agente a favor del espíritu antiamericano».

El más proselitista es sin duda Ted Nugent, defensor de los republicanos, de la lucha sin cuartel contra la droga, de las armas y de la pena de muerte. En la convención de 2005 de la Asociación Nacional del Rifle, dijo a los delegados que quería «muertos» a violadores, ladrones y abusadores de niños. Dave Mustaine de Megadeth, también un ferviente defensor de las armas, llegó a decir que algunos tiroteos mortales de Estados Unidos eran un complot de Obama para ganar apoyos contra la Asociación Nacional del Rifle, y se ha declarado admirador del ideólogo ultra-conservador Rick Santorum. El cantante y bajista de Kiss, Gene Simmons, un firme partidario de la invasión de Irak durante la administración Bush, dijo arrepentirse de haber respaldado a Obama en 2008. También anunció que apoyaría a Mitt Romney para las elecciones presidenciales de 2012. afirmando: «Estados Unidos debería estar en el negocio y debería ser dirigido por un hombre de negocios».

En España tenemos el caso reciente de Sherpa, cantante y bajista de Barón Rojo y ahora en Los Barones, que comentó en este periódico: «Mis letras siempre han hablado de los abusos del poder, no del poder de la izquierda ni de la derecha, del poder. Si es de la izquierda, peor siempre… La derecha es más acomplejada y más timorata, respeta más las normas. Los de izquierdas van a saco en el momento en que tocan poder. Mucha gente está equivocada conmigo pensando que soy de izquierdas. ¿Qué coño voy a ser yo de izquierdas? Tengo una canción que se llama «Tierra de nadie», que dice que «es triste saber que gane el que gane, tú vas a perder». Los que no han entendido esos mensajes se pensaban que yo era de la onda de los borrokas, o de Izquierda Unida, y de eso nada».

En algunos casos, el alcohol hace sincerarse a los músicos acerca de sus ideas. Es el caso de Phil Anselmo, de Pantera, o de Eric Clapton, quienes dejaron escapar algunas frases racistas tras beber más de la cuenta. En el caso de Clapton, apoyó al controvertido político conservador británico Enoch Powell en un concierto en Birmingham en 1976. «Creo que Enoch tiene razón … deberíamos enviarlos a todos de regreso. ¡Fuera los inmigrantes! ¡Mantengan a Gran Bretaña blanca!».

Dicen que Ian Curtis votó a la derecha inglesa en 1979 y Meat Loaf denunció sentirse discriminado en la industria norteamericana por su orientación política conservadora. Otro caso poco conocido es el de Phil Collins, que prometió marcharse del Reino Unido si los laboristas eran elegidos en 1997 y, de hecho, lo hizo cuando se supo que el resultado era favorable a la izquierda: se mudó a Suiza. Moe Tucker, baterista de The Velvet Underground, simpatiza con el Tea Party y cuando Obama se presentó a las elecciones en Estados Unidos dijo que estaba segura de que tenía «un plan para destruir América desde dentro». En 2002, cuando los Ramones fueron incluidos en el Salón de la Fama del Rock’n’Roll, Johnny Ramone exclamó: «Dios bendiga al presidente Bush». Poco antes de morir en 2004 dijo: «La gente se inclina hacia el liberalismo a una edad temprana, y siempre espero que cambien cuando vean cómo es realmente el mundo». Kid Rock es también un republicano activo, hasta el punto de que estuvo a punto de participar en un concierto juvenil organizado por las hijas de Bush, Jenna y Barbara en 2005, que finalmente fue cancelado.

Michael Graves, vocalista de los Misfits desde mediados de los 90, tiene el mérito de haber fundado el movimiento «punk conservador», y apoyó a Ron Paul para la nominación presidencial republicana de 2012. Los Beach Boys lideraron un evento de recaudación de fondos para la convención republicana de 1984, y actuaron en otro evento con el mismo objetivo, pero de carácter privado, para Mitt Romney en 2008. En el caso de Alice Cooper, no se posicionó claramente pero sí aseguró estar cansado de la campaña anti-Bush de otros músicos, y se preguntó por qué algunos de sus artistas favoritos eran republicanos. «Con tanta campaña anti-Bush, si yo no fuera ya su partidario, ahora lo sería de inmediato. ¿Le apoya Linda Ronstadt? ¿Don Henley? Vaya, esa es una buena razón para votar por Bush».

En el caso de Estados Unidos, el artista que ha representado mejor el espíritu indomable y apolítico del rock’n’roll fue Johnny Cash. Dos ejemplos: criticó la guerra de Vietnam, y a la vez, fue al frente a tocar para las tropas yanquis; y cuando Nixon le invitó a la Casa Blanca, aceptó pero convirtió su recital en una protesta por algunas de sus políticas. Supo encontrar la forma de coger lo que más le gustaba de cada bando, y aun así seguir siendo coherente. Ahora, no les vendría nada mal a los estadounidenses tenerle vivito y coleando.


Tomado del portal español ABC