‘El secuestro no tiene fecha de vencimiento’: Ingrid Betancourt

Foto: Jurisdicción Especial Para La Paz / Facebook

Excandidata dijo que el problema de Colombia es la corrupción, que se ha disfrazado con la guerra.

La excandidata presidencial Ingrid Betancourt, después de un prolongado silencio, durante una charla virtual ante la Comisión de la Verdad, habló de su secuestro y dio algunos detalles de lo que vivió en los más de siete años de cautiverio en poder de las Farc, contó detalles de la Operación Jaque mediante la cual fue liberada, se refirió a la corrupción, de la que dijo es el origen de lo que ha pasado en Colombia a lo largo de su historia, y también dio puntadas sobre la actualidad política del país.

Las declaraciones de Betancourt se dieron por una invitación de la Comisión de la Verdad para hacer una reflexión ética y política sobre el secuestro, pero además como un espacio de contribución a la verdad. En un sentido relato, sobre su secuestro afirmó que este “no tiene vencimiento” y que no se acaba con la liberación.

(Le puede interesar: Votantes del ‘sí’ exigen a Timochenko decir la verdad)

La excandidata empezó su intervención señalando que la única manera de lograr que la paz avance es a través de un marco institucional, al tiempo que destacó el papel de la Comisión de la Verdad.

“La mentira es el arma de la guerra, la mentira es con la que se escudan los poderosos y los violentos para reescribir la historia de nuestro país (…) La Comisión de la Verdad es este espacio que se le entrega al ciudadano para que se registre lo que sucedió sin las interferencias, sin que se reescriba la historia a través de versiones oficiales que no se compadecen con la realidad.

Betancourt estuvo secuestrada 6 años, 4 meses y 9 días. Todo empezó en la antigua zona de distensión, cerca de San Vicente del Caguán el 23 de febrero de 2002 y aunque fue liberada en julio de 2008, Ingrid aseguró que “el secuestro no tiene vencimiento y no se acaba con la liberación”.

Al narrar esa experiencia la calificó como una tortura y agregó que “la persona secuestrada muere lentamente”, “hay descuartizamiento de la identidad y una anulación del ser humano”.

(Recomendado: Definitivamente, es posible que Farc hayan reclutado niños: Timochenko)

Betancourt dijo que toda persona puede transformarse y cambiar y que eso es válido para quienes la secuestraron, es decir, las Farc. En este punto dijo que le llamaba la  atención la dificultad que ellos tienen para hablar del secuestro, no todos, aclaró, pero que “tratan de maquillar la verdad para tratar de presentarla bajo una perspectiva menos cruel”.

Cuando el padre Francisco de Roux, quien moderó el encuentro, le preguntó si ellos (las Farc) tenían consciencia de la gravedad de lo que hacían, respondió que sí, y que hubo muchos guerrilleros que le pidieron perdón. “La culpabilidad, la consciencia los mortificaba, creo que algunos los mortificaba y trataban de no tener contacto, de estar alejados”.

Betancourt comparó la situación del secuestro donde se está aislado y sin derechos en una relación de poder donde el otro está armado, con la pobreza que viven algunos colombianos: “La pobreza es un espacio herméticamente cerrado, los que no tiene recursos es como si vivieran en la selva, no los van a oír”.

La excandidata presidencial también dijo que hay una crisis de la verdad y en este punto se refirió a lo que pasó con su secuestro. Aseguró que de todo lo que vivió hay un sufrimiento que está por encima de todo: la mentira. Y dijo que ser víctima de la mentira y de la deformación de esos hechos fue devastador para ella y su familia.

También hizo una reflexión sobre el miedo, del que dijo, es un componente humano que explica todos los dramas y tragedias de Colombia, y en este punto hizo alusión a las Farc señalando que ellos después del proceso de paz esperaban un reconocimiento o un agradecimiento porque hacían la paz.

(Le puede interesar: El novedoso método de reconciliación entre rivales del conflicto)

“Creo que para la guerrilla está el miedo de bajarse de su pedestal, de lo que ellos creen que legítimamente conquistaron y eso va a tomar tiempo para que entiendan que el mundo que ellos diseñaron, que recuerden que ese mundo lo impusieron. De lo que ellos acusan al Estados, ellos lo replicaron con la misma corrupción, eran como un espejo distorsionado de lo que ellos querían combatir.

Finalmente, Betancourt habló de lo que dijo es uno de los problemas más graves del país: la corrupción, que además luchar contra ella fue una de sus banderas como congresista y como candidata presidencial. “La guerra es un instrumento de impunidad que disfraza la corrupción (…) con la paz entramos a ver la cortina real, el problema es que la corrupción creó la guerra”.


Tomado del diario EL TIEMPO