¡Está de fiesta la reina del salto triple! Caterine cumple 36 años

Foto: EFE

Esta es la historia de la mejor atleta del deporte colombiano.

“Por favor, ¿me permite la planilla de resultados del salto largo?”, fue la pregunta que les hizo Wílder Zapata a las personas de la mesa de jueces en los Juegos Intercolegiados de Apartadó (Antioquia) en 1995.

“Sí, claro, profesor Zapata. Aquí la tiene”, le respondieron. Wílder quería confirmar quién había sido esa morena alta, de dientes blancos y larga zancada, a quien vio volar en la competencia.

El ‘profe’ analizó participante por participante. Miró la casilla del resultado final de arriba abajo y cuando llegó al primer puesto se dio cuenta de que la campeona había logrado un registro de 5 m 25 cm. Con sus ojos recorrió salto a salto. Se dio cuenta de que la ganadora pertenecía al colegio San Francisco de Asís y que su nombre era Catherine Ibargüen Mena, la reina del salto triple y quien hoy cumple 36 años, teniendo los Juegos Olímpicos de Tokio entre ceja y ceja.

Wílder guardó la planilla, se fue en busca de la atleta y la encontró compartiendo con sus compañeras. Habló con ella y le propuso que fuera a entrenar a las destartaladas instalaciones deportivas del estadio municipal. Y Catherine le dijo que sí.

“A ella le gustaba ir a hacer los mandados, pues le encantaba ir corriendo. Decía que hacía las cosas rápido, como un rayo, y mire en lo que se convirtió la niña”, recordó Luz Mery, una tía de la atleta.

Pero el amor de Catherine por el deporte no comenzó con el atletismo. En el colegio, por su estatura, se destacó en el voleibol. “Era de la selección de Apartadó, luego jugó en la de Turbo, pero el atletismo llegó mucho después. Me acuerdo que corrió los 75 y los 150 metros planos, las distancias infantiles”, precisó la tía.

Así comenzó la historia deportiva de la primera atleta colombiana, que es elegida como la mejor de una temporada, por lo que pasó a la historia. Ya lleva dos medallas en Juegos Olímpicos, plata en 2012 y oro en el 2016. Además, tiene cuatro metales en Mundiales de Atletismo: bronce en 2011, oro en Rusia 2013, oro en Pekín 2015 y plata en Londres 2017. Una mujer que ha hecho sentir orgullosos a todos los colombianos y que les ha contagiado esa alegría y el sentimiento positivo por el país.

Catherine nació el 12 de febrero de 1984 en Apartadó (Antioquia), fruto del amor de William Ibargüen y de Francisca Mena, a quienes solo les preocupaba sacar adelante a Catherine y a Luis, su hijo mayor.

La zona no era tranquila. Poca paz era la que se respiraba. La situación económica por la violencia no era la mejor, por lo que William y Francisca tomaron una decisión difícil: dejar a sus dos hijos en manos de Ayola Rivas, su abuela, y partir con el corazón roto en busca de un mejor trabajo y un pago que pudiera servir para su sostenimiento y para enviarles algo a sus dos hijos.

William se fue para Venezuela y Francisca se empleó en casas de familia, en territorio antioqueño pero lejos de Catherine y de Luis. Oyola hizo lo que pudo.
Trabajó para reunir los centavos necesarios y mandar a los dos niños al colegio.

Muchas veces si había algo de plata para las onces del recreo, no había para tener los tres platos de comida al día. Pero hambre nunca aguantaron.

Muy pronto, la figura atlética abandonó la región. Una buena oferta para irse a vivir, estudiar y practicar el deporte en Medellín llegó.
 Al año siguiente del descubrimiento de Zapata, Catherine ocupó una de las habitaciones de la Villa Deportiva Antonio Roldán Betancur, en la capital antioqueña, y bajo la dirección del técnico Jorge Alfaro comenzó a perfeccionar la técnica del salto largo y alto.

En el 2000 pasó a dirigirla la cubana Regla Sandino, quien intensificó el trabajo en los saltos. Catherine ya había comenzado a llenar su cuarto de medallas y trofeos. El primer triunfo grande que obtuvo fue la medalla de bronce que ganó en el Suramericano de Atletismo de Bogotá, en 1999, con una marca de 1 m 76 cm en el salto alto. Sandrino fue quien comenzó a señalarle el camino del éxito.

“Siempre ha sido una persona alegre y muy profesional. Le destaco que atiende muy bien las órdenes y las cumple en cada ejercicio”, recordó Sandrino.

El diamante en bruto del salto triple comenzó a pulirse en el 2006 con otro cubano: Ubaldo Duany, quien desde el 2006 está con ella. Fue Duany quien la ayudó para conseguir un cupo en la Universidad Metropolitana de Puerto Rico en enfermería, carrera de la que ya se graduó. Hoy ya no trabaja más con Duany por una decisión personal.

Catherine vive desde el 2008 en esa isla. Comenzó sus estudios a la par con las prácticas del salto triple, y en ambas rindió al máximo. Durante este último tiempo, los 12 de febrero son duros para ella.

Sus metas son casarse, tener hijos, regresar a Colombia, ejercer su profesión –pues el pasado 12 de junio se graduó con honores de enfermera– y ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

“Siempre le dije que estaba para triunfos grandes. No me equivoqué”, afirmó Wílder Zapata, el culpable de que Colombia viva una alegría más con el oro histórico de Catherine.

Hoy cumple 36 años, su vida ha sido como ella la ha querido y solo piensa en poder tener un 2020 dorado y para eso se prepara.


Tomado del diario EL TIEMPO