La estrella del soul y del pop celebra ocho décadas de vida, siempre inquebrantable y poderosa.
Tina Turner es una de las estrellas más importantes del soul y el pop en el mundo. A pesar de que ahora está retirada en Suiza, sus canciones siguen retumbando en el recuerdo y en los escenarios.
Ahora está lista para celebrar este martes sus 80 años como una de las grandes de la música, pero también como una mujer batalladora incansable.
Ella tuvo que lidiar con episodios de vida turbulenta desde sus comienzos en el mundo de la música, cuando tuvo que aguantar los maltratos de su esposo Ike Turner, hasta la muerte de su hijo mayor, Craig Raymond Turner, quien se suicidó el año pasado.
Descubierta cuando era una adolescente por Ike Turner, pionero del ‘rock and roll’, la cantante demostró ser un huracán ante el micrófono y se convirtió en los años 60 en todo un ícono del soul y el ‘rhythm and blues’ más apasionado, desbordante y sexual.
Temas como ‘A Fool in Love’ y discos como ‘River Deep Mountain High’ (1966) les abrieron, poco a poco, las puertas del mercado y a ella la convirtieron en una estrella muy poderosa en el escenario, mientras en casa sufría debido al mal carácter de su pareja.
En su autobiografía ‘I, Tina: My Life Story’ (1986), Turner reveló ese oscuro patrón de maltrato al que la sometió Ike.
Después del divorcio y una carrera como solista tuvo un ciclo de éxito muy especial en la década de los 80 con canciones como ‘What’s Love Got to Do With It’ o ‘Private Dancer’, entre otras.
También apareció en películas como ‘Mad Max: Beyond Thunderdome’ (1985), con Mel Gibson, y ‘Last Action Hero’ (1993), con Arnold Schwarzenegger.
Tras reconocimientos, premios, conciertos a reventar y hasta un musical inspirado en su vida, tuvo que asimilar un nuevo dolor en julio del año pasado, cuando su hijo se suicidó.
“Fue mi momento más triste como madre (…), él tenía 59 años cuando murió tan trágicamente, pero siempre será mi bebé”, escribió la cantante en su cuenta de Twitter el día en que arrojó las cenizas con los restos de Craig Raymond en la costa de California (Estados Unidos).
Tomado del diario EL TIEMPO
