Hay 391 municipios con riesgos de quedarse sin agua en Colombia

Foto: Fao

El avance del Estudio Nacional de Agua 2018 demostró además que más de tres millones de colombianos están expuestos a inundaciones. El estado de los glaciales, crítico.

El Ministerio de Ambiente  y el Ideam presentaron el octavo avance del Estudio Nacional del Agua (ENA), al cual le hacen seguimiento desde el año 2010. La más reciente versión del informe, que llega cuatro años después de la última presentación pública, señala que la situación del país frente al agua es cada vez más delicada.

Ni llueve…

En primer lugar, se redujo la oferta hídrica en el país. Esto, en palabras sencillas, quiere decir que hay menos agua disponible para el consumo humano. Tras analizar datos del pasado Estudio Nacional del Agua, y cruzarlos con información del Ministerio de Vivienda y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, llegaron a la conclusión que en Colombia hay 391 municipios susceptibles a quedarse sin agua.

Esto representa un incremento respecto al año 2014, cuando 318 municipios entraron en esta clasificación.

Estos municipios se encuentran en 24 departamentos del país, los cuales tienen por lo menos la mitad de su territorio en alto riesgo de quedarse sin agua. Algunos municipios, sobre todo en la zona Caribe, tienen prácticamente todo su territorio en riesgo. Es el caso La Guajira. Magdalena, por su parte, tiene más del 90% de su territorio en riesgo.

El ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, destacó el caso de Bolívar, cuya capital, Cartagena, tiene una ventana de ocho años para resolver su problema de abastecimiento de agua. El departamento tiene una vulnerabilidad del 70% de su área.

Las causas detrás de este fenómeno son múltiples. Obviamente, no puede omitirse las características naturales de cada región: la mayor parte del agua en el país se concentra en el Pacífico y Amazonas, mientras que la región Caribe y Andina siempre han tenido menos agua. Otros fenómenos, como El Niño de 2016 –de acuerdo con el Estudio, el peor en lo que van del siglo–, incrementan los municipios en riesgo.

No obstante, hay acciones (u omisiones) que los humanos hemos ejercido sobre el territorio que agravan ese problema. El ministro Lozano señaló que para llegar a esta conclusión cruzaron tres variables fundamentales: qué tan vulnerable es la infraestructura del servicio de alcantarillado de cada municipio, qué tanta lluvia dejó de caer en esas zonas y las variables de escasez hídrica.

“Nos dimos cuenta que la pérdida de precipitaciones o lluvias, es algo clave, porque en muchos municipios está cayendo menos agua. Esto, sumado a la pérdida de a la cobertura vegetal por deforestación y otros procesos, hace que haya menos humedad  en el ambiente, lo que reduce a un más las posibilidades de que llueva”. Es un ciclo nefasto en el que si no llueve, se secan las pocas matas que quedan, y sin matas, no llueve.

A este problema de bajas precipitaciones de une la alta erosión en las partes altas de los ríos, causada por la deforestación. Las raíces de los árboles actúan como cuerdas que amarran la tierra, y que absorben, lentamente, el agua de las lluvias. Sin ellos, una fuerte lluvia puede desprender enormes masas de tierra, que pueden causar tragedias como la de Mocoa y que, en últimas, asfixian los ecosistemas acuáticos de los ríos.

El nuevo informe mira con lupa cuáles son los lugares del país que más sedimentos producen. La mayoría, como era de esperarse, están en la cuenca de Magdalena Cauca y en la Sierra Nevada de Santa Marta: las que han perdido su cobertura vegetal original casi en su totalidad.

“En estas subzonas se conjugan condiciones que favorecen la erosión hídrica en ladera: zonas agrícolas y urbanas en altas pendientes, altas lluvias y suelos con alta erodabilidad”. Antioquia, Santander, Boyacá, Cundinamarca, Caldas, Risaralda, Quindío, Chocó, Tolima, Cauca y Nariño son los municipios que tienen mayor potencial de erosión. Precisamente en estos lugares, dijo el ministro Lozano, se priorizará la inversión de recursos para proyectos como pago por servicios ambientales, que pueden recuperar las los nacimientos de los ríos.

… Ni escampa

Pero la sequía no es el único riesgo al que se enfrentan los colombianos. De hecho, 3’200.000 personas en el país viven en lugares con riesgo de inundaciones. Estas personas se encuentran, en su mayoría, en las cuencas Amazonas, Orinoco y Magdalena Cauca.

Las inundaciones no serían un problema si las rondas de los ríos, ciénagas, lagunas y humedales que naturalmente se inundan en épocas de lluvia no estuvieran invadidas. Sin embargo, ese no es el caso. En la cuenca Magdalena Cauca –donde s genera el 80% del PIB de Colombia– el 60% de los terrenos inundables han sido transformados. Es decir: esta es una de las regiones más vulnerables a este tipo de fenómenos.

Los glaciares: cerca de extinguirse

El estudio reveló un dato escalofriante respecto a la pérdida de glaciares: solo entre 2016 y 2017, el país perdió 2,5 kilómetros cuadrados del glaciar. Es decir, un 6,4% de su área.

El dato solo es la confirmación de una tendencia que ya se advertía en el ENA de 2014: pronto Colombia será un país sin glaciares. DE hecho, en la última década el país perdió 22% del área de glaciares, lo mismo que perdió entre 1950 y 1970. Es decir, estamos perdiendo esta agua al doble de velocidad que hace 50 años.

A este ritmo, dice el reporte, para la segunda mitad del siglo nuestro país podría seguirle el paso a Venezuela, que este año perdió sus últimos vestigios de hielo. El ministro Lozano es incluso más pesimista: “El derretimiento de glaciales es mucho más rápido de lo que creíamos, porque los fenómenos climáticos extremos de sequía son cada vez más estresantes”. Duda de si llegarán al año 2050.


Redacción Paz Estéreo. Con información del diario El Espectador