Las cinco lecciones que deja la Copa América tras un fuerte golpe

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El proceso de Queiroz tuvo su primer examen: la Copa América. ¿Aprobó la primera prueba?…

Aunque Colombia se despidió del torneo sin perder ningún partido y sin recibir goles, queda una base de trabajo que se puede mejorar y algunas enseñanzas sobre lo que se hizo en la cancha. La revancha sería ganar el torneo el año entrante.

El rendimiento defensivo para mantener y corregir

Los fríos números dicen que Colombia se despidió de la Copa América sin recibir goles (más allá de los dos que evitó el VAR, uno por fuera de juego y el otro, por una mano de Guillermo Maripán). Y, en general, el DT Carlos Queiroz logró armar una buena estructura defensiva, con un arquero seguro, dos centrales sólidos y un volante central, Wílmar Barrios, que resultó ser el mejor jugador de la Selección en el torneo.

Hay factores por corregir: el equipo, sobre todo en este partido frente a Chile, fue vulnerable por las bandas, no solamente por los hombres que ocuparon esa zona, sino por temas de relevos y respaldos. Pero, en general, fue un equipo al que poco le patearon al arco (12 en cuatro partidos, seis de ellas en el primer juego, frente a Argentina). De esa seguridad se puede partir para comenzar a construir el equipo de la eliminatoria.

La idea de juego creció la exigencia

En los tres primeros partidos, Colombia enfrentó a un equipo que empezó con problemas y ha ido creciendo a lo largo de la Copa, Argentina; otro que apenas está aprendiendo y que tiene tres años por delante para construir un equipo que funcione cuando sea local en el Mundial, Catar, y uno más que se quedó en lo defensivo y prácticamente no atacó, Paraguay.

En la primera gran exigencia, Colombia quedó en deuda, y no porque Chile le haya llegado mucho, sino porque lo hizo ver incómodo, lo puso a dudar sobre si debía defenderse o atacar y porque aisló a sus principales figuras. Estos cuatro partidos servirán para que Queiroz comience a buscar otro tipo de variantes, en especial de la mitad de cancha para adelante: ayer no creó ninguna opción de gol.

Todavía hay dependencia James pesa mucho

Cuando James Rodríguez apareció, la Selección tuvo brillo y resolvió momentos difíciles, como sucedió en el partido contra Argentina, cuando metió el cambio de frente para que Roger Martínez anotó el 1-0, o en el juego contra Catar, cuando las opciones más claras salieron de sus pies. Pero cuando un rival lo aísla, el equipo se queda sin variantes. 

En el partido contra Chile, James terminó con muchas responsabilidades defensivas, los mediocampistas que trataban de sacar al equipo desde el fondo no fueron un respaldo para él y los delanteros, en especial Falcao, quedaron aislados. El tema se agravó con los cambios que hizo Queiroz ayer: con la entrada de Edwin Cardona por Mateus Uribe, en vez de ganar ataque, perdió marca. Y luego cambió pieza por pieza, y los que entraron, Díaz y Zapata, también quedaron aislados.

La jerarquía, mucho por trabajar

El partido frente a Argentina ilusionó mucho, no tanto por lo futbolístico, sino porque parecía que, por fin, Colombia podía responder a la exigencia frente a las selecciones grandes de Suramérica. A la hora de jugarse la vida en el torneo, al equipo le faltó tranquilidad y pudo ser superado por Chile mucho antes del desempate desde el punto penalti. Queiroz apenas ha dirigido ocho partidos, cuatro amistosos y cuatro en la Copa América.

Hay avances, pero aún no los suficientes. Y es normal, teniendo en cuenta que el portugués apenas está comenzando a conocer el medio, los jugadores que tiene (más allá de que la base de la Selección esté en Europa) y que está empezando a construir una idea de juego. Pero esa idea de juego hay que complementarla con mentalidad ganadora y esa será una tarea pendiente, a la hora de los grandes retos.

Presente y futuro: renovar la base

Algunos de los jugadores que vienen desde la eliminatoria para el Mundial de Brasil 2014 se están quedando cada vez con menos opciones de ganar algo. La gran oportunidad será la Copa América del año entrante, en la que Colombia compartirá sede con Argentina y recibirá la gran final, en Barranquilla.

El reto: ganar un título. Pero también hacia el futuro, hay que ir pensando en la base para el Mundial de Catar, al que algunos jugadores llegarían con una edad alta: Falcao tendrá 36 años en 2022, Cristian Zapata 35, Cuadrado 34, y otros estarían alrededor de los 30, como James, Arias, Cuéllar, Cardona, Duván Zapata… Poco a poco, Queiroz le irá dando espacio a jóvenes que van pidiendo pista en el equipo.

JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de Deportes


Tomado del diario EL TIEMPO