Los obstáculos políticos y legales para traer a Aida Merlano

Foto: Archivo particular

Gobierno Duque insiste en que se entenderá con el presidente interino Juan Guaidó.

Por: Política y Andreina Itriago

EL TIEMPO

Cada capítulo en la vida de la excongresista del Partido Conservador Aida Merlano es más sorprendente que el anterior y deja a la audiencia sin la certeza de saber qué pasará en el siguiente.

Tras su insólita fuga en Bogotá y captura por las temibles Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en Maracaibo, Colombia y Venezuela libran un pulso de imprevisibles consecuencias políticas.

El gobierno de Iván Duque –en línea con su postura de reconocer al autoproclamado presidente Juan Guaidó como única autoridad legítima– le hará a él la solicitud formal de extradición; él, sin poder real, anunció que “dará toda la colaboración posible”, mientras que Nicolás Maduro tiene un as bajo la manga para sacarle provecho.

“El jefe del Sebín (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) me informó”, dijo en la noche de este martes Maduro, que ella está declarando “de las redes de corrupción en Colombia”.

“Hoy me reí mucho porque el Gobierno de Duque dijo que iba a pedir en extradición a esta ciudadana a Juan Guaidó. Esa es una ridiculez. Aquí hay autoridades legítimas y Poderes establecidos que en Venezuela funcionan mucho mejor, y más profesionalmente, que en Colombia”, ironizó Maduro.

De hecho, que ella haya sido capturada por las Faes, un cuerpo élite de la absoluta confianza de Maduro, sostén armado de la revolución bolivariana y sindicada por la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos de decenas de asesinatos, plantea el interrogante: ¿fue una decisión ordenada personalmente por él?
Tarek William Saab, Fiscal General de Venezuela, dijo este martes, por su parte, que ella ya fue presentada ante el Juez 13 de Zulia y le imputaron los cargos de usurpación de identidad, uso de documento falso y asociación para delinquir.

El funcionario explicó que ya fue enviada a la cárcel. ¿Qué sigue ahora? Esto significa en principio que iría a juicio y que por ahora se dilata su traída al país.

Sin embargo, en este caso particular hay un factor adicional al jurídico y es el componente político. En la ecuación, que sin duda complicará aún más el procedimiento.

Colombia, por su parte, cerró este martes la puerta a cualquier posibilidad de pedirle al régimen chavista la entrega de la exparlamentaria, prófuga de la justicia desde el pasado 1.° de octubre de 2019 y capturada este lunes en el piso 11 del edificio Costa del Sol, en Maracaibo, a las 9:40 de la mañana.

¿Existe alguna posibilidad de tramitar la extradición con el gobierno de Nicolás Maduro?, le preguntó EL TIEMPO a la canciller Claudia Blum. “Ninguna”, respondió de manera tajante.

Pero ¿a quién se le va a hacer entrega de la solicitud para traerla al país?
“Cuando el juez competente, que es la Corte Suprema de Justicia, haga el requerimiento de extradición, la Cancillería presentará la solicitud a la embajada de Venezuela en Colombia, que representa al gobierno del presidente Guaidó”, respondió ella.

Aquí le esperan 15 años de prisión por un delito electoral cometido en las elecciones legislativas de 2018.

En entrevista con EL TIEMPO, el abogado penalista venezolano, Luis Sucre, explica la complejidad del tema. Según él, el Código Orgánico Procesal Penal (COPP) venezolano establece que cuando un ciudadano extranjero es detenido en el país y se encuentra solicitado, el Gobierno requirente, en este caso el colombiano, debe remitir al Poder Ejecutivo la solicitud de extradición de la persona, y el Ejecutivo deberá remitirlo, a la brevedad posible, al TSJ.

“En aras de mantener la línea política del desconocimiento a Nicolás Maduro, pueden notificar y hacer ese requerimiento ante Guaidó. Sin embargo, el problema es: ¿cómo ejecutamos esa decisión? (…) Si le dices a Guaidó y él como presidente encargado notifica al TSJ y remite todo lo que le pase Colombia al TSJ, el tema ahí es que la AN y Guaidó, en especial, desconocen el nombramiento de unos magistrados que conforman la Sala de Casación Penal de ese TSJ”, acotó Sucre.

En su comunicado, el equipo de Guaidó solicitó a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) su “contribución y mayor colaboración posible” para la ejecución efectiva de las medidas solicitadas por Colombia.

Otro escenario posible es que la extradición de Merlano se postergue hasta que pague su pena allá. En el caso, por ejemplo, del delito de uso de documentos falsos, el especialista, dice que la pena es de 6 a 12 años de prisión. Eso, sin embargo, no impediría que, una vez cumpla con la pena, sea extraditada a Colombia.

“Ese es el deber ser. Sin embargo, en la práctica común (en Venezuela), cada vez que se aprehende a una persona (extranjera), por lo general porta un documento de identidad falso, se prescinde de esa acción penal y se procede directamente al trámite de extradición”, advirtió Sucre.

En la noche de este martes trascendió que estaba en Caracas, en manos del Sebín, también de absoluta confianza de Maduro. Este sería el tercer organismo de seguridad por el que pasa en pocas horas. ¿Por qué?

Según un relato conocido por EL TIEMPO, Merlano fue detenida por casualidad en un retén del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC). Los agentes le pidieron los documentos de identidad y en un momento dado se dieron cuenta de que era la excongresista.

“En vez de llevársela presa, la secuestran y le piden plata”, contó la fuente a este diario. “Ella no puede conseguir el dinero”, agregó. Las autoridades en Colombia se enteraron y empezaron a moverse para saber cómo hacer para traerla.

De ahí que durante varias horas tanto en Colombia como en Venezuela no se había confirmado su detención. En medio del ruido, las Faes conocieron del caso y fueron por ella. Luego se atribuyeron el logro. Un capítulo más en la vida de la excongresista, tan sorprendente como su fuga con una cuerda, cuando saltó de un edificio en Bogotá.

POLÍTICA y Andreina Itriago*
*Corresponsal de EL TIEMPO en Caracas


Tomado del diario EL TIEMPO