Matthew Healy sobre el ‘bullying’, la autocensura y el machismo: “¿Cómo no voy a defender lo que soy?”

Foto: Darío Vázquez

Es el líder de The 1975, una de las bandas más exitosas de Reino Unido. Ha grabado con Greta Thunberg y espera en 2020 convertir su grupo en el más grande del planeta

Por: Rebeca Queimaliños

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Matthew Healy (Londres, 1989) saltó al escenario del Mad Cool con un mensaje: “Quedaos a verme y aún llegaréis a la mitad del concierto de The Cure”, programado a la misma hora que su banda, The 1975. Healy es humor inglés, conciencia de clase y mucho carisma. Entra en el camerino con una riñonera de carterista y sube al escenario vestido como David Bowie en una barbacoa benéfica de Alexander McQueen. Su música es como él, capaz de todo: un 3% Radiohead, un 7% Arctic Monkeys, 4% Supertramp, 71% The 1975, 10% polémica y 5% por definir.

Malinterpretar sus declaraciones es ya un clásico. Me esfuerzo tanto por responder con honestidad e intento ser tan extenso en las explicaciones que luego las transcripciones son demasiado creativas. Me siento mucho más cómodo con entrevistas en vídeo porque hay menos margen para inventarse nada. Pero tampoco me quita el sueño.

Ni el sueño ni la rabia, porque no ha dejado de posicionarse desde su primera entrevista. Suena a cliché, pero creo que tengo una especie de responsabilidad en defender según qué temas. Empecé desde abajo, de repente las cosas van bien y la gente quiere saber qué opino. ¿Cómo no voy a defender lo que soy? Si no lo hiciese sería un fraude.

¿Se aprende algo del bullying? Es curioso porque la gente intentaba hacerme bullying pero, de alguna forma, sabía cómo responder y se aburrían. Crecí en una familia bohemia, rodeada de gente de izquierdas, artistas, gais… Mi padre era un soldador con vocación de actor y yo iba a un colegio con niños de clase obrera. Sabía de dónde venían esos niños, sus valores y por qué se metían conmigo. Si entiendes a las personas, puedes negociar con ellas.

¿Se autocensura? Un poco, como todos, ¿no? Intento ser fiel a mí mismo sin ser inapropiado. A veces leo entrevistas con personajes que disfrutan diciendo barbaridades y no es necesario. No me da miedo decir la verdad, pero no quiero que me falten el respeto. Me siento más libre porque he dejado de pensar en la reacción de la gente.

Casi el 70% del público de The 1975 es femenino. ¿Todo bien con eso? Cuando empezamos, el 80% de nuestro público eran mujeres. Si conectas con adolescentes, tienes una conexión de por vida. Mira los primeros conciertos de The Rolling Stones, The Beatles o David Bowie: eran casi todo chicas jóvenes. También creo que no hay ninguna banda tradicional, con guitarras y sonidos fuertes, donde la mujer tenga un papel protagonista, ningún grupo en el que se dé la cara por las mujeres y me gusta jugar ese papel.

¿Tendrían el mismo éxito si fuesen mujeres? No tendríamos éxito. Bueno, es una chorrada lo que acabo de decir… es muy sexista… estaba pensando más en el sexismo que existe dentro de la industria… Hay un montón de grupos de chicas que son grandes en la industria. En nuestro sello discográfico hay un 80% de mujeres y todas están en grupos. ¿Por qué no tienen tanta visibilidad? Es una buena pregunta.

¿Se siente preparado para asumir el cargo de “voz de una generación”? Qué va. A veces pienso en decenas de personas mirándome y buscando una dirección a la que apuntar y yo no tengo ni idea de cuál es. Sé vagamente hacia dónde deberíamos ir como sociedad o lo que deberíamos ser como sociedad e intento focalizar. Pero tampoco me tomo las cosas demasiado en serio.

¿Cómo han cambiado las dinámicas de grupo desde que empezó? Siempre he estado obsesionado con otros grupos. Soy un groupie de manual. Miro a Radiohead y veo una banda en la que cada álbum es una destilación del álbum anterior. Escuchas el primer disco y el siguiente es lo mismo, pero exagerado. Y luego otra vez. Y otra vez. Empieza en plan pop tradicional, en el siguiente disco los elementos pop son más pop y los elementos heavies más heavies, los elementos experimentales más experimentales… Nosotros hacemos eso. Siempre pienso en mi grupo como un dibujo animado. Soy superfán de los dibujos animados. Exageramos los elementos cada vez más, pero tocamos menos.


Tomado del portal Icon de diario EL PAÍS (ES)