Nueve artistas que fueron rechazados por discográficas (y ahora son estrellas)

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El éxito no es un pan debajo del brazo con el que uno llega a este mundo. Los inicios de estrellas como Lady Gaga o Chris Martin lo demuestran

Por: Noelia Fariña

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Estos artistas de renombre internacional son el ejemplo de que el éxito no es un don con el que uno nace. Los Beatles, Lady Gaga, U2 o Amy Winehouse son hoy estrellas globales con grandes logros a sus espaldas, sin embargo, antes de que su talento fuera debidamente reconocido tuvieron que lidiar con rechazos épicos.

Decca Records y The Beatles: las guitarras han muerto

Es uno de los errores más sonados de la historia de la música. Pongámonos en contexto. Dick Rowe estaba al cargo de la sección pop de Decca Records, una de las más importantes del momento, y tenía el cometido de fichar un conjunto beat. En aquel momento, The Beatles ya habían dado sus primeros conciertos en The Cavern y su mánager, Brian Epstein, estaba también empeñado en conseguir un buen acuerdo con una discográfica. Pudo ocurrir aquel 1 de enero de 1961. Los de Liverpool viajaron a los estudios londinenses de Decca para hacer una audición, pero todo lo que sucedió en la sala de grabación fue un desastre. Algunos le echan la culpa a la falta de tiempo -solo tenían una hora para grabar-, otros a desentendimientos con el productor Mike Smith, el asistente en el que Rowe había delegado su tarea. Hay también quien opina que faltaba Ringo Star a la batería y que el repertorio que grabaron tenía demasiadas versiones y pocos temas de John Lennon. Sea como fuere, Decca acabaría rechazándolos, argumentando que los grupos de guitarras no tenían futuro. Hoy los Beatles son tan famosos como Jesús y Rowe, que fichó a los Rolling Stones y a The Kinks para enmendar su error, será recordado siempre por su metedura de pata.

Def Jam Music y Lady Gaga: si la quieres, déjala que se vaya

El productor L.A. Reid (Estados Unidos, 1956), conocido como el duro juez del Factor X estadounidense, está detrás de la carrera de estrellas como Mariah Carey, Pink o Justin Bieber. Pero no tuvo el mismo ojo con Lady Gaga (Estados Unidos, 1986). Cuando dirigía Def Jam Music en septiembre de 2006 contrató a la estrella del pop neoyorquina. “Vino a una audición con unas botas blancas. Se sentó al piano, actuó y cantó. Cuando terminó le dije que era una verdadera estrella y que iba a cambiar la música, así que firmamos un contrato”, recordaba Reid en una entrevista con Larry King. Dos meses después, cuando volvió para enseñarle su nuevo material, rompió el acuerdo. “Perdí la pasión, dejó de gustarme. Yo estaba impaciente y quería alguien que me diera un éxito inmediato. Fue un gran error”. La anécdota le sirvió a Lady Gaga de inspiración para Marry the Night, de su aclamado álbum Born this way (2011).

The Factory Records y The Smiths: por encima del cadáver de Marr

Durante décadas se ha dicho que Tony Wilson, el creador del sonido Madchester y esa discográfica delirante que era Factory Records había rechazado a los Smiths, la banda formada por Morrissey (Reino Unido, 1959) en 1982. ¿Qué hay de cierto en esos rumores? “Uno de mis grandes errores fue ir a casa de Morrissey, sentarme en su habitación y escuchar que había decidido convertirse en una estrella del pop. Siempre he pensado que sería nuestro mejor novelista. ¿Pero una estrella del pop?”, recordaba el empresario en 2004, cuando le preguntaban en Metro si se había arrepentido de dejarlos escapar. “La respuesta arrogante es que The Smiths son brillantes pero no cambiaron la música, lo hicieron mis bandas”, zanjaba, sin dejar del todo claro sus intenciones. Mucho más tajante fue el componente de la extinta banda, Johnny Marr. “Eso es un montón de mierda. Los Smiths habrían firmado con Factory por encima de mi cadáver. Yo no quería ser asimilado a la estética de Factory. Antes de darnos cuenta, habríamos llevado raya a un lado y pantalones cortos de color caqui, con bongós alrededor de nuestros cuellos…. Sin faltarle el respeto a A Certain Radio”, explicaba a NME en 2014 el guitarrista, que sigue encarnando el ideal de estética mod. ¿Cuánto hay de cierto y cuánto de resentimiento? Nunca lo sabremos. Lo único que está claro es que The Smiths son una banda de culto y Morrissey un icono pop.

Island Records y Amy Winehouse: el álbum caribeño que nunca fue

Su caso fue distinto. Porque a Amy Winehouse (Reino Unido, 1983-2011) la rechazaron cuando ya ostentaba el título de reina del soul. Al volver de su retiro espiritual de la isla de Santa Cristina, la cantante creía que tenía material suficiente para sacar un disco por fin ese 2009. Habían pasado ya tres años desde el memorable Back to Black. Sin embargo, su discográfica Island Records no pensó lo mismo, que rechazó las canciones al momento por considerarlas “demasiado reggae” y “demasiado oscuras”. “Es crucial que el regreso de Amy se gestione correctamente. Si ella saca un disco a medio hacer su carrera a largo plazo puede correr un serio peligro”, explicaban desde el sello al periódico The Sun. El disco nunca vio la luz y en julio de 2011 la cantante falleció. Sus familiares, junto a sus productores de confianza, Salaam Remi y Mark Ronson, publicaron Lioness: Hidden Tresures, un recopilatorio con piezas inéditas de la última década. Entre ellos, Our day will come y Between The Cheats.

RSO Records y U2: “Su música no es adecuada”

El 10 de mayo de 1979, justo el día que cumplía 19 años, Bono recibió una carta de la discográfica RSO Records. Tan breve como amable, la nota, filtrada por la web Business Insider, decía lo siguiente: “Querido Sr. P. Hewson. Gracias por enviar su cinta de U2 a RSO, la escuchamos con cuidadosa consideración, pero sentimos que no es adecuada para nosotros en este momento. Deseamos que tengan suerte en su futura carrera. Atentamente, Alexander Sinclair”. Está claro que la banda corrió mayor suerte que el sello, que echó el cierre en 1983. El mismo año que U2 publicó su tercer disco, War, con Island Records.

Las discográficas contra The Velvet Underground and Nico: entre droga y violas

Tampoco fue fácil para The Velvet Underground, el grupo liderado por Lou Reed y John Cale, grabar su primer álbum homónimo en 1967. Ninguno de los sellos más importantes de Nueva York se atrevieron a publicar sus temas. Fue su mentor, el compositor Norma Dolph, quien se encargó de enviarles esa primera grabación, conocida popularmente como el acetato de Dolph. Estéticamente el disco ni era muy llamativo ni tenía mucha información: solo una simple etiqueta con el nombre y los componentes de la banda. En su conjunto, había nueve canciones, que se pueden escuchar online, grabadas a coste mínimo (sobre 1.500 dólares) y con mucho ruido en el estudio Scepter de Nueva York. Dicen que Atlantic rechazó la maqueta al oír Heroin porque no quería canciones sobre drogas. Elektra, en cambio, no soportaba la viola de Cale. Al final fue la filial de MGM, Verve, quien se atrevió a publicar The Velvet Underground & Nico. En palabras de Rolling Stone, el álbum más profético del rock.

Alex James, de Blur, y Coldplay: demasiado vulgares

También Chris Martin (Reino Unido, 1977) y el resto de miembros de Coldplay tuvieron que llamar a muchas puertas para conseguir un sello que los arropara. Entre ellas, la discográfica que el bajista de Blur, Alex James, fundó con Damien Hirst y Joe Strummer (The Clash) en los noventa. “Todos pensamos que eran demasiado vulgares y les dejamos pasar. Creo que todo el mundo lo hizo, excepto Parlophone”, recordó James en una entrevista con Contact Music, refiriéndose a la discográfica que publicó el debut de Coldplay, Parachutes (2000). A pesar del evidente éxito, James no ha cambiado su opinión. “Sigo pensando que son una banda bastante vulgar, aunque el cantante es bueno”.

El mundo contra Joan Jett: si tú no me editas, me monto una discográfica

Joan Jett (Estados Unidos, 1958) no necesita presentación. La americana cambió la historia del rock cuando solo era una adolescente al frente de su banda The Runaways. No tuvo la misma suerte cuando la banda se disolvió y siguió su camino en solitario. Su debut, grabado en los estudios de The Who en 1980, fue rechazado por 23 sellos discográficos. Ni más ni menos. Así que Jett decidió crear su propio sello, Blackheart Records, con el que lanzó ese himno que es Bad Reputation.

Missy Elliott, no das el perfil

Pocas historias son más tristes (y más habituales) que la de un artista con talento cuyo físico alejado de los cánones establecidos evita que alguien se interese por él. Le sucedió a Ed Sheeran, por ejemplo (rechoncho y pelirrojo, el anti-Justin Timberlake) y, unos lustros antes, a la rapera y productora Missy Elliott (Estados Unidos, 1971). Según contó a The Guardian, varias discográficas la consideraron demasiado “gorda y rara” para un género (el rap y el r&b) donde se estilaba la mujer sexualizada y agresiva, pero muy femenina (tal y como la industria entendía ser “femenina”, obviamente). Missy formó parte de un grupo femenino cuyo primer disco no llegó ni a ser publicado, dado que la discográfica no vio potencial en ella. Pero allí conoció al productor Timbaland, que vio potencial en ella y la reclutó como productora y compositora de su equipo. Poco después, triunfó en solitario con su primer disco Supa Dupa Fly (1997), que vendió más de un millón de copias en Estados Unidos. En vez de cambiar su aspecto para adaptarse a lo que la industria exigía, ella jugó muy bien sus cartas: lo potenció, vistiendo chándales llamativos y llenando sus videoclips de colorismo y estética raruna, exactamente lo que le habían llamado a ella: rara. Hoy es una de las indiscutibles reinas del género y todas las grandes (de Madonna a Janet Jackson) han querido trabajar con ella.


Tomado del portal Icon del diario El País (Es)