Wílmar Barrios, el líder del medio campo de la Selección Colombia

Foto: EFE

Se ganó el lugar y ya es de los mejores jugadores en la Copa América. Será clave contra Chile.

Por: Pablo Romero
EL TIEMPO

Wílmar Barrios parece uno de esos perros de pelea, de los bravos, de los que muestran los dientes, de los que espantan, corretean y muerden. Barrios no deja rival intacto, el que lo enfrenta se lleva los rastros de una marcación obsesiva. Si alguien merodea el medio campo, tendrá que toparse con Barrios, el volante más aguerrido que tiene la Selección Colombia.

Barrios llegó a ocupar el puesto que dejó Carlos Sánchez, ausente en esta Copa América. Se lo ganó con dientes afilados. Ahora es el nuevo jefe del medio campo, el que manda, el que grita. Ha sido uno de los jugadores más destacados de Colombia, con un trabajo incansable. Y para enfrentar a Chile, hoy, en cuartos de final, hay que tener jugadores como él, de los que no se intimidan y que saben recuperar el balón. Esa es su especialidad, quitar, destruir, romper, darles tranquilidad a los compañeros de arriba y a los de atrás. Barrios es el nuevo punto de equilibrio.

Según datos de la agencia Datafactory, Barrios tuvo en la primera fase de la Copa una efectividad de pase del 95,6 por ciento. Está en un gran momento. “Estoy contento y tranquilo por el buen trabajo que se hace. Vamos paso a paso, vamos creciendo y sabemos a dónde queremos llegar”, dijo Barrios después del juego contra Argentina, partido en el que fue uno de los mejores de la cancha. Ese día salió con un golpe en una rodilla y por eso estuvo en duda para el juego contra Catar. Pero Wílmar se recuperó, o eso dijo, es de esos jugadores que no se quieren perder un partido. Contra Catar apareció de nuevo de titular y contra Paraguay al fin tuvo descanso (jugó los últimos cinco minutos). Ha sido mucho trajín, sobre todo para un jugador que corre la cancha, que la suda.

Barrios ya se ha ganado un don de mando en la Selección, porque aunque en las ruedas de prensa habla pasito y no se extiende mucho, en la cancha se transforma, grita y pelea. También recibe gritos de sus compañeros, como el de Mina, quien contra Argentina le dijo: “Ey, panita, a luchar por la comida de tu hija”. Ese grito de batalla no fue una ofensa, al contrario, entusiasmó al volante que terminó haciendo un gran partido, se lució para marcar a Messi.

Barrios lleva seis meses aprendiendo a hablar ruso, en el Zenit, al que llegó a comienzo de año. En su nuevo club ya quedó campeón y jugó 10 partidos. Con esos antecedentes llegó a la Copa América. Y tras ser convocado, habló de esta etapa en la Selección: “Es un nuevo proceso. Cada uno de nosotros está empezando con el cuerpo técnico. Lo importante es coger la idea lo más rápido posible, los conceptos y esperemos tener una buena preparación”. Pues todo indica que Barrios ya se adaptó a esa idea, se aprendió los conceptos y se volvió vital para la Selección.

Este viernes, Barrios tendrá que bravear con Alexis Sánchez, pisarle los tobillos a Eduardo Vargas e ir a pecharse con Arturo Vidal, en defensa de la Selección. Barrios, a sus 25 años, ya tiene muchas responsabilidades.

PABLO ROMERO
Enviado especial de EL TIEMPO
Sao Paulo


Tomado del diario EL TIEMPO