Andrés Cepeda y Fonseca: amigos en la música y la vida

Foto: EL TIEMPO

Los artistas presentan ‘Compadres’: diez canciones que exploran su amistad y el folclor colombiano.

Por: Sofía Gómez G. 

EL TIEMPO

Compadre es una de esas palabras queridas en Colombia. Aquí, compadre no solo es el padrino de algún hijo, sino es ese amigo entrañable con el que se comparten las de sal y las de dulce. En el caso de Juan Fernando Fonseca y Andrés Cepeda lo que empezó como una invitación para cantar juntos se convirtió en una amistad que trascendió los escenarios.

Compartir los temas que cada uno había compuesto por su lado fue el primer paso que los cantantes y compositores bogotanos dieron en el camino de su compadrazgo. El proyecto evolucionó hacia canciones nuevas coescritas en alegres sesiones creativas en la casa de Cepeda y que podían interpretar en vivo y, también, por qué no, grabarlas en un álbum. Ese recorrido se llama Compadres y ve hoy la luz en una producción de diez cortes, dos de ellos con el acompañamiento vocal del Cholo Valderrama y de Llane, exintegrante de Piso 21.

Fonseca y Cepeda charlaron, vía Zoom desde sus casas, acerca de este trabajo musical, que esperan poder seguir llevando en vivo apenas las condiciones se los permitan. Estos son algunos extractos de la conversación en la cual los artistas de trataron de ‘mi compadre’.

Andrés Cepeda: Todo esto empezó con una invitación que me hizo mi compadre a un programa de televisión, con una fusión de dos canciones: Desesperado y Vine a buscarte.

Nos sentimos muy bien y nos dimos cuenta de que a la gente le gustó. A partir de ahí nació la idea de los shows y de hacer un par de canciones más… empezó todo ese coqueteo, nos dimos cuenta de que era un proyecto muy bonito, que tenia larga duración.

Camino a tu casa fue la primera canción que me envió Fonseca para que cantáramos juntos y yo le contesté con La promesa. Así empezó una correspondencia de composiciones que se convirtieron en el álbum.

Fonseca: Arrancamos diciendo, bueno, vamos a escribir unos temas; después, nos planteamos hacer un EP (formato de cinco canciones, generalmente), y poco a poco se fue creciendo. Ahora tenemos este álbum que estamos felices de presentar.

Pareciera que cada canción fue un reto creativo, en el que se exploran muchos ritmos locales…

Fonseca: No fue algo planeado. No dijimos: ‘hagamos un disco en el que vamos a pasear por todos estos géneros’, sino que fue saliendo de una manera natural. Cuando nos reunimos en la casa de Andrés, después de esas dos primeras canciones –estábamos con D’Artagnan (guitarrista) que es tremendo folclorista y músico–, se nos ocurrió: ‘¿Por qué no hacemos una llanera?’ Y luego, pensamos: ‘¿Por qué no hacernos un bambuco?’ Fue un tema, casi como de guitarrear y divertirnos, pensar en qué más podíamos explorar. Fue realmente muy especial producir este disco, sobre todo abrir las fronteras musicales sin ningún bloqueo, pensando que ese no es un género que nosotros manejemos. Simplemente, fue divirtámonos, hagámoslo con mucho respeto. De ahí lo ecléctico que es este álbum.

Cepeda: Nace de esa fiesta de amigos, de ese intercambio, un poco de esos retos. Los vallenatos que hay en el álbum, yo se los mandaba a Fonseca para que los terminara porque yo no hago vallenato. ‘Compadre, aquí hay un merengue, termínelo’, le decía.

Bonito complementarse así. ¿Hubo mucha conexión, entonces?

Fonseca: Mucha. Porque el tema de la composición, escribir con alguien es algo inesperado, puedes sentarte con otra persona a crear, pero no sabes qué va a pasar, y puede que a veces no haya esa conexión, y no es algo personal, sino simplemente no se logra la inspiración para escribir. En este caso fue al contrario, al extremo, nos sentábamos a componer y salían tres canciones en la primera sentada. Fue una cosa que fluyó de manera especial, que no pasa con todo el mundo.

Escribir sobre el amor es algo común en sus carreras, y las letras de ‘Compadres’ lo reflejan.

Cepeda: Sí, eso es algo que tenemos en común. Y quisimos hablar del amor de distintas maneras. Por ejemplo, esta la ranchera que es un amor despechado, la del amigo que le dice al otro: ‘se lo dije, le iban a dar por la cabeza y le dieron’; el otro es un amor a las raíces, a la nacionalidad, en un tema que se titula Te entrego mi corazón, y hay otra que se llama No me busquen corazón, que es una persona que está muy herida, que le tocó abandonar su tierra porque el conflicto lo desplazó y ha tenido tantos problemas tremendos que no tiene de dónde sacar más amor.

Hay otras que se refieren al enamoramiento, como Serenata, que refleja la complicidad de un amigo que invita al otro a despedir a su gran amor…. Hay muchas versiones diferentes de esa emoción y eso es correspondiente a lo que hemos venido haciendo en nuestras trayectorias.

Precisamente, ‘Serenata’ me devolvió a ese sonido que tenían los vallenatos clásicos de Escalona o Adolfo Pacheco.

Fonseca: Qué bueno que sientas eso, porque era la intención. El acercamiento que quisimos hacerle a la producción, a los arreglos de ese merengue vallenato fue que sonara a ‘yuca’ –como se dice en el argot vallenato–, a lo más tradicional posible. De hecho, el acordeón lo grabó un rey vallenato, Jaime Dangond.

Hay algo muy bonito en todo este álbum y es que muchas de las historias son parte de las vidas de dos compadres que se están acompañando en distintas situaciones: en despecho, en amor, en présteme plata que mañana te pago y si no el próximo año…
Cepeda: Es cierto. Serenata es de mis canciones favoritas. El merengue en un aire vallenato que permite contar las cosas de una manera muy especial, los versos dejan que se vaya echando el cuento de forma particular. Son situaciones en las que los amigos forman parte d ela vida de uno, en las buenas y en las malas. De eso se trata la amistad, y este álbum, de hablar de esos momentos en que los amigos lo acompañan a uno.

Está en suspenso la gira, que estaba programada para estos meses.

Fonseca: No se ha cancelado, se pospuso, y cuando podamos regresar a los escenarios la vamos a hacer porque tenemos pendiente visitar unos lugares muy especiales. Eso nos da mucha ilusión en este momento, regresar al escenario a presentar este álbum.

Cepeda: De esto vamos a salir, tanto el público como nosotros, con unas ganas tremendas de vivir esa gira y compartir esas canciones; mientras tanto vamos a seguir acumulando energía hasta que llegue ese momento.

Compadres es una palabra muy colombiana y le pone el sello local a este trabajo.

Cepeda: Nosotros los colombianos le decimos compadre a esa persona a la que se le tiene un nivel alto de confianza y cercanía, un amigo especial, casi familia con quien se cuenta en momentos importantes. Y en nuestro caso nos habla de la complicidad a la hora de hacer música, que es nuestro punto de encuentro y donde parte esta amistad.
En el álbum participan el Cholo Valderama y Llane, como invitados.

Cepeda: En el caso del Cholo, queríamos invitarlo para que la canción Esos amores tuviera esa textura vocal que nosotros jamás vamos a lograr, esas arrugas en la voz, esa sabana que se le siente al Cholo cuando abre la boca, es impresionante. Le pedimos que escogiera unos versos, una coplita que quisiera hacer sobre la parte instrumental para sentirla más llanera y para tener el lujo de incluir a una persona tan importante para el folclor, haciendo una de las partes más sensibles de la canción.

Y con Llane ya habíamos grabado la canción, el bolero Me haces falta, y con su participación se convirtió en algo más contemporáneo, más moderno.

Fonseca: Cada invitado fue un lujo, porque hicieron un aporte importante. El Cholo con su tierra, su raíz llanera, y Llane, que le dio un toque más urbano, pero melancólico.

‘Compadres’ es una invitación a que varias generaciones se interesen por los sonidos locales.

Fonseca: Es un trabajo donde, no voy a decir se rescatan porque no se han perdido, pero en el que exploramos mundos ajenos al pop, los tradicionales y folclóricos. Es importante que las nuevas generaciones se conecten con eso que somos los colombianos: un pasaje llanero, un merengue vallenato o un bambuco, hechos al estilo 2020. Creo que es un trabajo que deja una huella muy bonita.

SOFÍA GÓMEZ G.
Cultura


Tomado del portal del diario EL TIEMPO