Con música, el Festival del Mono Núñez encara la pandemia

Foto: Hector F. Zamora/EL TIEMPO

Su edición 46.ª se inicia este puente festivo por plataformas digitales y Telepacífico.

Por: Carlos Restrepo

EL TIEMPO

La nostalgia parece pasearse por estos días por la plaza y las calles de la emblemática población de Ginebra, en el Valle del Cauca. Y no es para menos: su principal alimento espiritual, las notas musicales de bandolas, tiples, bambucos, pasillos y otros aires de la música andina colombiana, no embriagará este año su ambiente.

Sin embargo, para que este sentimiento no contagie a los miles de seguidores de este círculo musical, que encuentra en el Festival Mono Núñez un símbolo mayor, hay una buena noticia: su 46.ª edición se realizará a través de las plataformas digitales y por el canal Telepacífico, a partir de este puente festivo.

Con la precisión armónica de los arreglos de agrupaciones como Impromptus o Septófono, o de las composiciones de Héctor Ochoa, Luz Marina Posada o Luis A. Calvo, los miembros de Funmúsica lograron diseñar las diferentes etapas de esta atípica edición. Aunque pensaron reprogramar la fecha o cancelar el festival, como ha ocurrido con otros eventos folclóricos del país, Jorge Escobar, presidente de la junta directiva de Funmúsica –ente organizador del evento–, le contó a EL TIEMPO una grata sorpresa que tuvo.

Los músicos del país comenzaron a organizar reuniones por las redes, de su propia iniciativa, y otros enviaron los videos de las obras con las que aspiraban a participar en esta edición, cantando o interpretando un instrumento. “Esto nos dio la luz de ver la posibilidad de hacer el festival de manera virtual”, anota Escobar.

Cuando les presentaron la propuesta al canal Telepacífico y al Ministerio de Cultura, las entidades no dudaron en mostrar su apoyo absoluto a la idea.

“Entonces, empezamos ese proceso de aprendizaje, experimentación y ejecución sobre la marcha, porque el tiempo ya nos empezaba a acosar. Formulamos la convocatoria, que tuvo una masiva respuesta de los artistas”, anota el directivo.

Llegaron más de 60 propuestas de video en modalidades vocal e instrumental (como solista, duetos, tríos o grupal), así como un gran número de composiciones inéditas. En este punto, para el festival ya era familiar el apoyo de la tecnología, desde hace varios años, pues así se hace la selección.

De esta primera etapa salieron los 14 grupos vocales, los 14 instrumentales y las obras que van a competir este año, escogidos por el jurado a finales de mayo. De esta manera se presentarán artistas de Antioquia, Boyacá, Caldas, Bogotá, Cundinamarca, Tolima, Huila, Caquetá, Santander, Cauca, Valle, Nariño, Risaralda y Quindío.

Y, como si se tratara de armar un rompecabezas, Funmúsica les pidió a los músicos escogidos grabar un video desde su casa con dos canciones para las rondas eliminatorias y otro adicional con igual número de nuevas obras, en caso de pasar a la final.

“Telepacífico inició el montaje y la edición, que vienen preparando esta semana, para montar las distintas rondas eliminatorias y contar con el material para la gran final, cuando se conozcan los grupos que clasifican”, explica su organizador.

Para contar con el tiempo suficiente a fin de que el jurado pueda escoger los finalistas y reflejar la transparencia del proceso, el festival se realizará a lo largo de los próximos tres puentes festivos de junio.

Este domingo 14 de junio, desde las 8:45 p. m., Telepacífico y las redes de Funmúsica mostrarán un programa de contexto con la historia del festival, testimonios de antiguos ganadores y participantes, así como el proceso previo de los seleccionados.
El lunes 15 se realizará la primera gran eliminatoria. El próximo puente (21 y 22 de junio) serán la segunda y tercera ronda eliminatoria, y el domingo 28 de junio se transmitirá la gran final.

“Muchos músicos expresaron su nostalgia. Para Ginebra y la organización, por supuesto, es un golpe muy duro, porque esa población estará desolada. Y es un duro revés económico, pues el festival atraía un gran público que se alojaba en fincas y residencias y que, además, compraba los alimentos en los restaurantes o en las puertas donde la gente montaba ventas de comida”, explica Escobar.

Esto también golpea a Funmúsica, con la venta de boletería, que ayudaba para todos los gastos del montaje del evento. “Sin embargo, hemos encontrado muchísimas personas de buena voluntad que, generosamente, nos han hecho donaciones y muchas otras que han querido compara su boleta, de manera simbólica, como si fueran a ir a Ginebra”, dice su organizador.

Además, algunas empresas del sector privado expresaron su interés en continuar patrocinando el evento.

“No obstante, la situación económica va a ser difícil, pero esto lo hemos hecho como un gran esfuerzo, pensando más en los artistas, que han visto afectados sus ingresos. Ellos, por el hecho de llegar a las instancias eliminatorias, reciben un auxilio económico. Aparte de eso, recibirán del jurado calificador los premios que logren obtener por sus actuaciones”, dice Escobar.

Agrega con complacencia cómo otros eventos decidieron seguir el ejemplo del Mono Núñez, como es el caso de Antioquia le Canta a Colombia o el Festival del Bambuco en Pereira, entre otros, que ya iniciaron sus convocatorias bajo esta modalidad, para realizar sus ediciones de este año.

“De modo que la mecánica del concurso no cambia, se conserva, solo que este año el público podrá disfrutarlo desde la tranquilidad de su hogar, como una entretención más para estos días de cuarentena. Aspiramos a que vaya terminando, para que la vida retome su rutina tradicional, y así recuperar la posibilidad de la reactivación económica que tanto necesita el país”, concluye el directivo de Funmúsica.


Tomado del diario EL TIEMPO