El Sónar+D busca dar imagen al sonido

Foto: EL PAÍS (Es)

Se presenta en Barcelona el programa tecnológico del festival, que apuesta por la formación, con 35 conferencias y clases magistrales y 20 talleres

Por: Toni Polo Bettonica – Barcelona

EL PAÍS (Es)

El festival de música avanzada de Barcelona, Sónar (del 17 al 20 de julio), pretende convertirse, a través del Sónar+D, en una auténtica universidad de verano. El codirector Ricard Robles ha insistido este miércoles por la mañana, en la presentación de la séptima edición del congreso de tecnologías creativas, en su vertiente formativa, que apuesta por “difundir, compartir y crear conocimiento” como una auténtica “summer school” de las artes tecnológicas.”En estos siete años de Sónar+D hemos demostrado que el Sónar no es solo lo que les pasa a 20.000 personas por las noches sino que, además, es un espacio donde compartir y aprender”, ha comentado el comisario de Sónar+D, José Luis de Vicente.

“Este espacio de intercambio y de aprendizaje es ya una nueva dimensión en la que la experiencia nos llevará a ser cada vez menos observadores distantes para reinventar formatos de exposiciones, narraciones audiovisuales y conciertos”, ha dicho De Vicente, destacando la importancia de la innovación en el festival.

La primera jornada, el miércoles 17 de julio, se abrirá con una charla entre dos de los “héroes del Sonar+D” (en palabras del comisario De Vicente), Robert del Naja, productor, rapero, artista visual y street artist además de ideólogo de Massive Attack, y Andrew Melchior, chief technical officer de la banda de Bristol y colaborador de artistas como Björk o David Bowie. Ambos compartirán sus ideas sobre cómo conectar música y tecnología hasta ir mucho más allá del formato “físico” de un concierto. La aplicación de las tecnologías más innovadoras se pone al servicio del arte para agrandar sus fronteras.

La inteligencia artificial (IA) se presenta en esta edición ya como una herramienta para la creación artística: “En 2017 empezamos a hablar de la inteligencia artificial”, ha recordado el comisario de Sonar+D. “El año pasado ya presentamos ejemplos concretos. Pues este año tendremos a artistas que llevarán a la práctica la inteligencia artificial”. Se trata, por ejemplo, de Holly Herndon y sus colaboradores Mat Dryhurst y Jules LaPlace, que compartirán el proceso de gestación de Spawn, el asistente de IA con el que han compuesto su nuevo disco Proto, con cantantes reales y robotizados en concierto. El japonés Yukiyasu Kamitani, de la Universidad de Kioto, recreará las imágenes que produce nuestro cerebro, capturando nuestra actividad neuronal.

En el mismo campo se mueven Hamill Industries, que presentará su primer tech-show, en el que desarrollan un software para representar nuestros propios sonidos. “Lo que escuchamos es lo que vemos; tratamos de explicar visualmente relatos ayudados por la tecnología”, ha comentado la artista Anna Díaz, que intenta hacer de la melodía un espectáculo también visual.

Otro de los creadores de experiencias destacados en esta edición es el estudio interdisciplinar teamLab, que está revolucionando el concepto de exposición con proyectos multisensoriales, o el colectivo de artistas inmersivos Marshmallow Laser Feast.

La computación cuántica también entra en escena, con la física y artista Libby Heaner o con el Barcelona Supercomputing Center, que ha desarrollado su primer superordenador cuántico que no se podrá llevar al Sónar (pesa más de una tonelada).

La Capella del Macba acogerá el concierto de la última obra de Christian Marclay, un artista pionero en la creación de piezas audiovisuales a partir de fragmentos de otras películas, a quien el Macba dedica una exposición centrada en sus composiciones sónicas.

La escena de creadores españoles estará representada, entre otros, por Nomada Studio, autores del premiado videojuego Gris, y la productora barcelonesa Canada, una de las tres más importantes del mundo, según José Luis de Vicente, que realizará una película de animación de creación colectiva en la que podrán participar todos los asistentes al Sónar.


Tomado del portal del diario EL PAÍS (Es)