En charla con ARCADIA, Lenny Kravitz destapa influencias, inspiraciones y dolores

Foto: JuanK Díaz

El músico estadounidense habló de su amor por los instrumentos, de su increíble banda en vivo, compartió una sentida anécdota sobre el día que murió su madre y explicó por qué el de Jackson 5 fue el mejor concierto de su vida.

Por: Alejandro Pérez

Especial para Revista Arcadia

Primero, en una rueda de prensa libre de teléfonos celulares por su pedido, Kravitz, de chaqueta de jean, jeans rasgados, rastas proyectadas hacia el techo y un físico que no revela sus 54 años de edad, expandió su onda de amor serio. Habló de cómo no ha modificado sus maneras artísticas para gustarle a nuevas generaciones, recalcando que la gente joven puede detectar algo falso (‘bullshit’) con facilidad y que también sabe apreciar lo genuino. Y genuino es el camino que él ha seguido.

Lenny Kravitz aseguró que soñó las canciones de su más reciente producción, Raise Vibration, y aclaró que en su concierto en Bogotá tocará unas dos o tres canciones de lo nuevo. Se enfocará, ante todo, en los tantos himnos que sus seguidores han gozado en casi 30 años de carrera.

Cuando dio su definición de éxito, basada en expresarse y no en ser ‘hot’ en los listados, la sola mención de la palabra ‘hot’ en un contexto distinto al de la apariencia fue suficiente para sacar suspiros a varias mujeres y hombres presentes. Kravitz es músico, claro, uno notable, pero también una presencia icónica y un estandarte de belleza que despierta bajos -y no necesariamente malos- instintos.

Luego, en un mano a mano con ARCADIA, subrayó su eterno amor por los clásicos, los instrumentos y la memoria de Johnny Cash y su mujer June Carter, las dos personas que le dieron consuelo cuando supo que su madre había muerto. Esto dijo.

Creció con un amor por la batería y con la guitarra ha comunicado bastante. ¿Qué le da la guitarra? ¿Qué le dan los demás instrumentos?

Los amo a todos. En el estudio, cuando grabo mis discos, toco la batería, el bajo, la guitarra, los teclados, hago arreglos, sumo varios instrumentos de percusión. Lo que la canción me exija tocar. Y me encanta. Siempre disfruté tocar varios instrumentos. Cuando era joven, me movía de uno a otro porque me gustaba la experiencia distinta que ofrecían, la manera en que se sentían, y aún disfruto eso.

En concierto, canto y toco guitarra primordialmente, a veces incursiono en algo más, pero en vivo es lo que hago la mayoría del tiempo. Y tengo una banda increíble que interpreta lo que hago en estudio. Los instrumentos son mi vida, siempre me rodean, y siempre los estoy tocando.

Desde muy niño entró en la órbita de grandes artistas, y además, entre sus influencias, uno escucha de Jimi Hendrix, de Prince. ¿Se ha alejado usted de sus influencias?

No, los clásicos son los clásicos y las cosas que te inspiran, bueno, las que a mí me inspiraron, aún lo hacen. Mucha de esa música es tan compleja. Podemos hablar de Miles Davis, podemos hablar de John Coltrane, podemos hablar de Jimi Hendrix, de Prince, de David Bowie, de Mozart, no importa… la música es tan profunda que, si sigues escuchando año tras año, sigues descubriendo cosas. Puedo poner cualquiera de esos discos hoy y cada vez escucho algo que no había escuchado antes. Es increíble, y suena a música del pasado, a música del presente, a música del futuro. Y nunca se abandona.

Raise Vibration (su disco más reciente) le vino en una serie de sueños. Háblenos un poco de esos sueños y cuéntenos si la canción Johnny Cash le llegó como un sueño y terminó en un homenaje…

Todos fueron sueños. Yo me levantaba entre las 3 a.m. y las 5 a.m., con estas canciones en mi cabeza y, o iba al estudio a esa hora, o simplemente grababa con mi boca y guitarra lo que escuchaba. Lo mismo para la canción de Johnny Cash…

Es una historia larga. La canción habla de un desamor que viví, doloroso.

Para que conozcas la historia. El día en el que murió mi madre, Johnny Cash me acompañaba. Él y su esposa June Carter eran las únicas dos personas en el cuarto cuando recibí la noticia. Así que ellos me dieron consuelo. Vivíamos en la misma casa, con Rick Rubin (productor), bueno, ahí vivía yo en Los Ángeles y Johnny grababa un disco. Así que fue un momento intenso y uno muy surrealista, saber que tu madre murió y que la persona que estuvo ahí para ti no era miembro de tu familia, o un amigo, era Johnny Cash.

Así que, en la canción, en el coro le digo a esta persona con la que vivo el desamor “Recíbeme en tus brazos como Johnny Cash lo hizo cuando perdí a mi madre, susúrrame al oído como June Carter”. Se refiere a ese consuelo monumental que él me dio en ese momento. Y le pido a esta persona que haga lo mismo.

Cuando soñé la canción, solo escuchaba “Johnny Cash” y la música. Ma pareció extraño. Me preguntaba ¿Porque hablo sobre él? Ni siquiera pensaba en ese día en el que perdí a mi madre. No pensaba en ello. Y cuando las letras comenzaron a fluir, pensé “ah, de esto estoy cantando”.

Cuéntenos de su concierto y de los músicos que lo rodean.

Son fantásticos. Craig Ross (guitarrista), quien me ha acompañado desde el tour de  Mama Said, y comenzó a grabar conmigo en el disco Are You Gonna go My Way. Gail Ann Dorsey, quien ha tocado el bajo conmigo ya por unos cuantos años, es una asombrosa bajista, guitarrista, compositora, cantante, tocó con David Bowie for muchos años. Harold Todd, mi saxofonista de muchos años, increíble, Ludovic Louis (francés), mi trompetista, músico asombroso, Michael Sherman, saxo barítono, el más “nuevo” de este conjunto, George Laks, quien me acompaña hace 28 años en los teclados, y.. Quién me falta. ¡Ah! Mi baterista, Franklin Vanderbilt Jr. No puedo decir suficiente sobre ellos, son todos increíbles músicos, capaces de asumir los muchos estilos que mi espectáculo les exige. Y también son seres humanos hermosos. Me siento bendecido de tenerlos.

Lenny, ¿cuál fue el mejor concierto que vio en su vida? ¿Qué lo hizo especial?

Es difícil decirlo, he visto muchos conciertos asombrosos. Vi tocar a Duke Ellington, vi a James Brown en el Apollo de Nueva York cuando tenía siete años, a los Jackson 5 cuando tenía 6 años, en el Madison Square Garden. A Earth, Wind & Fire en el 74 en Los Ángeles. Vi a Miles Davis, a Sarah Vaughan, pudo seguir una y otra vez, vi muchos grandes shows. Pero creo que el más memorable fue el de los Jackson 5. Fue mi primer concierto, pero no solo eso, fue muy intenso, muy funky y tan lleno de energía.


Tomado del portal de la Revista Arcadia