En el país ya se han facturado $5,4 billones electrónicamente

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Casi 15.000 personas y empresas están habilitadas para expedir estos documentos.

Al país le llegó, ahora sí, la fase definitiva de masificación para implementar las facturas electrónicas.

De acuerdo con cifras de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), con corte a este mes, hay 14.947 habilitados para operar este tipo de facturas, de los cuales 13.003 son personas jurídicas y 1.944 personas naturales.

Este grupo, ciudadanos y empresas, ya ha movilizado unos $5,4 billones a través de 2,1 millones de documentos digitales, lo cual muestra un avance sustantivo en la implementación de este mecanismo en el país.

La cosa, no obstante, no para allí. Según el último calendario decretado por la Dian, este mes empezó la obligatoriedad de contar con dichos soportes para empresas del sector de explotación de minas y canteras.

Esto incluye, entre otras, compañías de carbón, gas natural, petróleo, oro, y demás hidrocarburos y minerales, y posteriormente –el 1.° de diciembre próximo– será el turno de todas las industrias manufactureras que operan en territorio nacional.

Así, sucesivamente, los primeros días de cada mes que vienen se irán venciendo las fechas máximas en que las compañías deben iniciar la expedición de facturas electrónicas o documentos equivalente, el cual se terminará de cumplir el 1.° de octubre del próximo año.

Paralelamente, hay otros grupos de personas y empresas que deberán empezar a cumplir con estos requerimientos, entre finales de este año y el próximo. Por ejemplo, quienes se vincularon al Régimen Simple, algunos grandes contribuyentes, las entidades del Estado del orden nacional y las personas naturales obligados a expedir factura electrónica de ventas, entre otros.

En todo caso, el próximo año será fundamental para este proceso, teniendo en cuenta que a partir del 1 de enero de 2020, las empresas colombianas deberán reducir de forma gradual el porcentaje de emisión de facturas en papel. En esa fecha entrará en vigor la nueva normativa de la Dian, que cifra en el 30% el máximo de facturas en formato no electrónico que podrán emitir las firmas en el 2020, que, de paso, les sirve a las empresas para ahorrar costos.

“La facturación electrónica automatiza y simplifica procesos y ahorra recursos de todo tipo y, con su obligatoriedad progresiva, todas las empresas, tanto las que emiten como las que reciben facturas, tendrán un marco y un formato común para desarrollar su actividad de manera más eficiente”, explica Alberto Redondo, director de Marketing de Seres para Iberia y América Latina.

En tanto, según Ismary Lara, gerente general de Stupendo Colombia, los empresarios “deben comprender que esto les brinda beneficios que se traducen en eficiencia operativa y números positivos para sus finanzas, además que, si no lo hacen, pueden recibir millonarias sanciones que pueden terminar en el cierre de una empresa”.

Se calcula que, en Colombia, el costo aproximado de una factura en papel es de $3.000, mientras que el de una factura electrónica es de $500, lo que supone un ahorro de casi el 84% del coste de cada uno de estos documentos.

Viviana Sotaquirá, Gerente de Business Services & Outsourcing, de la firma consultora para empresas BDO en Colombia

 ¿En qué consiste la segunda fase de la implementación de la facturación electrónica en el país?

Esta segunda fase busca fortalecer el proceso de la facturación electrónica, tanto para quienes la emiten y para quienes la reciben. Este nuevo modelo tiene un alto componente tecnológico porque tiene el propósito de hacer una validada técnica previa por parte de la DIAN, que luego de analizar y abalar dicha factura, le da su visto bueno para que ésta pueda entregarse al consumidor final.
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¿En qué se diferencia esta segunda fase de la facturación electrónica con respecto a la primera?

En la primera fase se solicitaban unos requisitos mínimos para iniciar el proceso pero con el tiempo se fueron aprendiendo cosas por las necesidades de cada negocio y por las necesidades generales del país. En este sentido se han venido haciendo cambios para obtener la información concreta que requiere la DIAN o la persona que está adquiriendo el bien o el servicio.

Generalmente estos modelos tecnológicos van madurando y mejorando, por lo que esta segunda fase de la facturación electrónica seguramente no será la última y tendrá nuevas fases como ha sucedido con otros países de Latinoamérica.

Hay que recordar que los sujetos para realizar la facturación electrónica son los grandes contribuyentes y las instituciones del estado, así como las personas naturales cuyos ingresos brutos en el año anterior o en el año en curso sean iguales o superiores a tres mil quinientas (3.500) Unidades de Valor Tributario –UVT e inferiores a doce mil (12.000) Unidades de Valor Tributario –UVT. Los detalles se pueden encontrar en este site de la página de la DIAN: https://factura-electronica.dian.gov.co/herramienta-interactiva-calendario-2.html.

¿Cuáles son los principales consejos para los obligados a implementar la Facturación Electrónica a la hora de emprender esta segunda fase?

V.S. Básicamente, contar con la tecnología que les permita adecuar los sistemas de información al nuevo modelo. Lo ideal es tener un proveedor tecnológico abalado por la DIAN y que hoy son 83.

¿Cuáles son los principales beneficios para el comprador y para la empresa frente a la facturación electrónica?

V.S. Para el comprador, tenga la tranquilidad que la persona que le está vendiendo el bien o el servicio cumple con los requisitos para emitir la factura, que todo su proceder está en el marco legal y que no hay fraude en esta venta.

¿Cuáles son los principales beneficios para el comprador y para la empresa frente a la facturación electrónica?

V.S. La implementación del tema digital que genera grandes beneficios en cuanto a ahorro de recursos en papelería, mensajería y personal dedicado exclusivamente a la facturación. Muy seguramente este paso de la Facturación electrónica generará en el futuro próximo un proceso de contabilidad electrónica que hoy ya tiene mucha acogida en varios países de Latinoamérica.


Tomado de portal del diario Portafolio