Esta es la esencia del nuevo Rock al Parque

Foto: Juan Diego Buitrago / EL TIEMPO

Panorama de la nueva edición de un encuentro que ya tiene historia y garra roquera.

Por: Andrés Hoyos Vargas

EL TIEMPO

Rock al Parque llega al cuarto de siglo en una etapa en la que puede recordar sus pasos anteriores, pero con una madurez para afrontar el reto de una nueva celebración por la música, que, precisamente, se realizará el próximo fin de semana en el parque Simón Bolívar de Bogotá (29 y 30 de junio y 1.° de julio).

Como siempre, hay mucha expectativa, muchas reacciones encontradas y una emoción que, a pesar de ofrecer a veces contrastes tan fuertes, hace parte de la dinámica que se revela cuando se conoce el cartel oficial de cada edición del festival.

En la de este año se nota un reconocimiento a diferentes propuestas de rock latinoamericano que han sido cercanas o que han tenido una conexión especial en la historia de Rock al Parque. Un caso es el de Juanes, que llega por primera vez a esa fiesta con la música rock, pero que recuerda cómo se la gozó siendo espectador.

“Yo no me acuerdo de las bandas, pero me acuerdo del ambiente, siempre me ha gustado el metal y el rock, pertenezco a ese mundo y lo entiendo”, dijo en una entrevista reciente con EL TIEMPO.

Pero ahora ese mundo tiene un nuevo sabor. La edición de Rock al Parque de este año contará con artistas y bandas como Fito Páez, quien fue uno de los que atrajo más público en el 2009 y hará un recorrido por sus éxitos; además, presentará su nuevo álbum ‘La ciudad liberada’.

Viene también Gustavo Santaolalla, uno de los músicos y productores argentinos más importantes de todo el mundo, ganador de dos premios Óscar, 18 premios Grammy, 2 premios Bafta y un Golden Globe. Él presentará parte de esa producción en el escenario capitalino. Al festival se suma Pedro Aznar, toda una institución del rock latinoamericano, quien es recordado como uno de los artífices del grupo Serú Girán.

Además, estarán en Colombia Zeta Bosio, exbajista de Soda Stéreo, presentando su nuevo proyecto Shoot The Radio, una apuesta de rock progresivo y electrónica, y Babasónicos, íconos del rock alternativo argentino, que también se dejarán oír con sus composiciones más famosas y su más reciente álbum ‘Discutible’.

Otra leyenda que se unirá a la fiesta será El Tri, para celebrar 50 años de carrera. A la par con El Gran Silencio, Los Amigos Invisibles, Zona Ganjah o los uruguayos de La Vela Puerca, la española Christina Rosenvinge, Rita Indiana, La Fuga, Silverio, Eruca Sativa, The 5.6.7.8’S, Channel One Sound System, The Warning, Kap Gambino, Here Comes the Kraken; y de los pesos pesados: Sodom, Deicide, Grave, Tarja, Toxic Holocaust y Angra, solo por nombrar algunas de las 33 invitadas internacionales.

Este año participarán más 72 agrupaciones, sumando también las 20 distritales de convocatoria, cinco de Crea, programa de Idartes, y siete nacionales de otra convocatoria especial. Junto a 31 Minutos estará la Orquesta Filarmónica de Bogotá, que los acompañará en su recital sinfónico especial de nueve canciones.

Nuevos pasos

El festival gratuito más importante de Latinoamérica pretende, como parte de la celebración de su primer cuarto de siglo, no solo ser la vitrina de una serie de géneros musicales. Precisamente, cada paso en su historia lo ha llevado a ser algo más, a exponer una naturaleza más profunda y cercana para la gente y para Bogotá.

“En este punto, a mí me gusta pensarlo no solo como un evento de música, sino como un espacio que ha construido la ciudad y no me gusta verlo separado de ella. En estos años, Bogotá ha recibido muchas culturas, nuevas sonoridades; ha sido una ciudad que se ha querido poner al día en muchas cosas, en innovación (…) Creo que si hablamos de una esencia o del espíritu de esta edición de Rock al Parque, eso está relacionado con lo que la ciudad quiere ser”, reflexiona Chucky García, quien es el curador musical del encuentro cultural.

“Todo orbita alrededor de ese anhelo que perseguimos de una Bogotá incluyente –agrega García– en la que la diferencia no sea un punto de desencuentro, sino de encuentro (…). De ahí se desprende una nueva visión acerca de lo que es Rock al Parque. Por eso, no creo que el festival sea solo un muestrario de géneros musicales, eso sería ver solo una parte de todo”.

Rock, ‘punk’, metal, fusiones, experimentos sonoros que se convierten en ingredientes de un laboratorio social que se ha ido reinventando todo este tiempo. 

“Siempre he defendido su valor, pero también da pasos importantes, como abrir espacios a los artistas de la comunidad LGTBI, ampliar la participación de las mujeres en los recitales y un primer paso para acercar a los niños a todo este proceso, con los conciertos del grupo chileno 31 Minutos (que mezcla títeres, música y humor)”, explica García.

En sus primeros 15 años, antes de las redes o la tecnología, las discusiones se hacían al calor de una cerveza, entre amigos en una esquina del barrio, comentando acerca de los grupos que llegaban a la ciudad, de las frustraciones al no ver otros, de las requisas policiales, de esos puntos de vista de los puristas protestando acerca de lo que realmente era rock.

Otros no ocultaban la emoción de un nuevo encuentro con grupos nacionales y extranjeros en una tarima gigante, y con el valor agregado de que se trataba de un espectáculo gratuito.

Hoy, internet, Twitter o Instagram se han encargado de potenciar todas esas dinámicas, de acelerar las reacciones frente al cartel propuesto, pero es el espacio en el que los roqueros se manifiestan, descubren nuevos sonidos o se reconcilian con aquellos que marcaron una parte de sus vidas. 

“Pero aún en esta era de tecnología, yo sigo creyendo que el festival sigue siendo un ejercicio de campo, de la gente que va”, reflexiona el curador.

Otro elemento interesante es el de las nuevas generaciones. Hay un público joven que desde hace unos cinco años está perfilando lo que viene.

“Ese será el que defina el futuro, pues aunque muchos llevan años de tradición y muchas acciones por las ediciones que lo han acompañado, no puede seguir siendo solo ese encuentro con el que crecimos (…) La música es movimiento, evoluciona a la medida de quienes viven ahora su experiencia con ella. Yo creo que hay un momento en el que la música ayuda a definir un poco lo que uno es, y Rock al Parque, frente a las personas de más de 40 años, ya cumplió esa función, por eso ahora es importante vivir eso con la gente que no lo ha vivido”.

La evolución

Escuchar, revisar y seleccionar las agrupaciones del festival es un trabajo que pasa por muchas capas y muchos frentes. Normalmente, cuando termina una edición, comienza esa labor para la siguiente.

En el plan de trabajo para la de este año se tuvo en cuenta un ejercicio de memoria, de formación y una labor de llevar el festival a otras disciplinas y espacios, como en el caso de 31 Minutos, que viene ya no con un espectáculo, sino con tres, en el teatro Jorge Eliécer Gaitán.

También se va a sacar un vinilo de conmemoración con bandas distritales, mientras que la colección de Libro al Viento editará un cancionero de Rock al Parque, sumado a una exposición fotográfica y un documental.

El próximo 2 de julio se van a desarrollar charlas en la Cinemateca de Bogotá con Zeta Bosio (Soda Stéreo, Shoot The Radio), Draco Rosa, Rubén Albarrán (Café Tacvba) Rita Indiana y los colombianos de Aterciopelados, Estados Alterados y Kraken .

“Precisamente, queremos afianzar la idea de que Rock al Parque es algo que crece en varios contextos”, recalca Chucky García, quien espera que este año se pase la cifra de 250.000 asistentes al evento.

Sinfonías y propuestas para otros públicos

En la celebración de sus 25 años, Rock al Parque apostará por un cierre en su tarima principal cargado de sonidos sinfónicos. La Orquesta Filarmónica de Bogotá rendirá un tributo al género que hace palpitar al festival.

El próximo 1 de julio la tarima principal de Rock al Parque tendrá en escenario al puertorriqueño Robi Draco Rosa, al argentino Pedro Aznar, a los panameños de Los Amigos Invisibles, a los mexicanos de Control Machete; sumado a Aterciopelados, Mario Duarte (de La Derecha), Estados Alterados y un homenaje al ‘Kraken sinfónico’, en el que la Filarmónica tocó junto a la banda paisa que lideraba el fallecido Elkin Ramírez.

“Desde el año pasado que empezamos a considerar esta posibilidad, hicimos una selección de unas 40 canciones y fuimos depurando la lista, no fue fácil dejar nueve canciones considerando que este es un festival de 24 ediciones”, explica Chucky García, curador del evento.

Precisamente se refiere a la selección de famosas composiciones que tendrán un tratamiento sonoro más profundo en el certamen. Los temas escogidos fueron ‘Penélope’, de Draco Rosa, que ha cerrado dos veces el festival; ‘Comprendes Mendes’, de Control Machete que estuvo en 1997; ‘Muévete’, de Estados Alterados; ‘Qué dolor’, de La Derecha; ‘Tu amor’ de Pedro Aznar (que estará en la tarima) y que compuso con Charly García; ‘Vestido de cristal’, de Kraken; ‘El puñal y el corazón’, de Café Tacvba; ‘Maligno’, de Aterciopelados, y ‘Mentiras’, de Los amigos invisibles.

Además del acompañamiento de la sinfónica, los artistas contarán con una banda base conformada por Alejandro Gómez-Cáceres (director y guitarrista); Juan Gabriel Turbay (teclados); Juanita Carvajal (bajo); Mauricio Montenegro (batería); DJ Fresh y José Rodríguez (cantante de ensayos).

31 minutos de fama y ternura

Por otro lado, también se destaca que en este reencuentro de celebración, Rock al Parque presentará un espectáculo alterno dedicado a un público infantil y juvenil.

Desde hace varios años se había trabajado en propuestas para dar un poco de esta fiesta cultural a este rango de público, pero por seguridad y atendiendo a las restricciones de edad que tienen algunos espectáculos no había sido posible llevar a cabo esa intención, pero este año el festival tiene preparado un espectáculo con el grupo chileno musical y de títeres 31 minutos, que tendrá tres presentaciones gratuitas (a las 10 a. m., 2: 30 p. m. y 7 p. m.), en el teatro Jorge Eliécer Gaitán el domingo 30 de junio. Cada persona podrá reclamar dos boletas, previamente al espectáculo, en las taquillas del teatro.

31 minutos fue creado para televisión y se comenzó a emitir por la señal de Televisión Nacional de Chile (TVN) en marzo de 2003. Se trata de un noticiero y de las aventuras de una serie de personajes que escenifican cada anécdota entre notas musicales y ‘sketches’. Luego de la televisión, pasó al cine y ahora tiene un formato para escenario, que se verá en el Jorge Eliécer Gaitán.

Las funciones de este espectáculo son gratuitas pero requieren boletas, que serán distribuidas únicamente en la taquilla sur del teatro los días viernes 28 y sábado 29 de junio de 1:00 pm a 6:00 p.m. Hay que elegir la función (horario) a la que se va a asistir.

Las boletas se entregarán en orden de llegada hasta agotar existencias. La edad mínima recomendada es de 3 años. Está prohibido el ingreso de carros y/o carriolas al Teatro.


Tomado del portal del diario EL TIEMPO