Inversión extranjera directa, en su mejor nivel en tres años

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En el primer semestre llegaron US$7.273 millones, tras un crecimiento de 24,4%. Sin embargo, el déficit de cuenta corriente subió a 4,37% del PIB.

Las sumas y restas del balance financiero de la Nación con corte al primer semestre del año dejaron un sabor agridulce. Si bien hay un crecimiento importante en el ingreso de dólares proveniente de varios frentes, el déficit de la cuenta corriente del país sigue al alza.

Por un lado, las cifras de inversión extranjera directa (IED) tuvieron un crecimiento de 24,4% frente al mismo periodo del 2018.

En total, los flujos de recursos que entraron por este concepto sumaron US$7.273 millones, distribuida así: 40,3% a minería y petróleo; 17,1% a servicios financieros y empresariales; 14,1% a las industrias manufactureras; el comercio y hoteles participaron en 7,9%, en tanto que el 20,6% restante lo aportaron transporte y comunicaciones, electricidad y otros.

Al ver los datos en detalle, entre enero y junio, el sector petrolero recibió la mayor cantidad de IED, al totalizar US$1.597 millones y un crecimiento de 18,8%. A este le siguió de cerca minas y canteras, que recepcionó US$1.334 millones y creció 30,6%. En tercer lugar se ubicaron los servicios financieros y empresariales, con US$1.245 millones, pero con una mejora de solo 5,4%.

El resultado con corte al primer semestre es positivo para el Gobierno, ya que, según el Marco Fiscal de 2019, prevén que la inversión extranjera directa sume un poco más de US$13.000 millones. En plata blanca, el cumplimiento de esta meta va por encima del 55% y, de seguir al ritmo que lleva, podría alcanzar los US$14.500 millones.

Esto lo lograría gracias a las inversiones propiamente hechas por las compañías, que representaron $4 de cada $10 que arribaron al país por IED, seguido de la reinversión de utilidades y, finalmente, el cruce de deudas entre empresas o personas.

CUENTA CORRIENTE

A pesar de este buen panorama, el balance total de la Nación fue la otra cara de la moneda. En este caso se trata del déficit en su cuenta corriente, que, según la balanza de pagos del Banco de la República, llegó a US$6.827 millones, es decir, US$713 millones más que igual periodo del año anterior.

Si se mira como proporción del PIB, el dato llegó a 4,37%, mayor en 0,63 puntos porcentuales (pp) frente al periodo enero – junio del 2018, y estuvo explicado, en gran medida, por “el aumento en dólares del déficit corriente (0,41 pp) y el efecto de la depreciación del peso frente al dólar en la medición del PIB nominal en dólares (0,46 pp), el cual fue compensado parcialmente por el crecimiento del PIB nominal”.

Puntualmente, el Emisor destacó del balance los incrementos de los déficit en la balanza de bienes (US$1.614 millones) y, en menor medida, en la de servicios (US$45 millones). Por su parte, disminuyeron los egresos netos del rubro renta de los factores (US$416 millones) y aumentaron los ingresos netos por transferencias corrientes en US$529 millones.

Entrando en detalle, el déficit comercial tuvo gran participación en este resultado, si se tiene en cuenta que los ingresos por exportaciones registraron US$21.628 millones, con una reducción anual de 0,5%. “El descenso exportador se originó principalmente en las menores ventas al exterior de carbón, productos industriales, ferroníquel y café. En contraste registraron incrementos las ventas externas de petróleo y sus derivados, oro no monetario y de banano”, anotó el Emisor.

En cuanto a las transferencias, el banco central registró un aumento de 15,4% en el primer semestre del año, frente al mismo lapso del 2019, cifra que se explica en gran medida por los mayores giros de colombianos en el exterior a sus familias.

Así, las remesas ascendieron a US$3.233 millones (10,4% más), y, como en los últimos años, llegaron principalmente de Estados Unidos y España, pero también hubo países con datos positivos de envío de dineros hacia el territorio nacional, tales como Canadá, Argentina y otras zonas de América Latina.

MAYOR DEUDA POR EL DÓLAR

El incremento que ha tenido el precio del dólar podría generarle un coletazo a la deuda. Según cálculos de investigadores de Corficolombiana “cada punto porcentual de devaluación del peso frente al dólar, aumenta en 0,17 puntos del PIB la deuda bruta del Gobierno Nacional Central”.

Es decir, si al cierre del año, la tasa de cambio queda cercana a los niveles actuales y nada extraordinario sucede, la deuda bruta aumentaría de 50,6% del PIB en el 2018 a 52,7% del PIB, que sería “su mayor nivel histórico”.


Tomado del portal del diairo Portafolio