Javier Castillo: el malagueño rechazado por las editoriales que se convirtió en el tercer autor más vendido de España

Foto: Javier Castillo posa para ICON en la sede madrileña de la editorial Suma de Letras. El escritor está a punto de publicar su cuarta novela 'La chica de nieve'. / Saúl Ruiz.

El escritor, de 33 años, se ha convertido en un fenómeno literario que ha despachado 615.000 ejemplares sin el respaldo de la crítica ni de los medios tradicionales

Por: Sara Navas

Icon / EL PAÍS (ES)

A los 27 años Javier Castillo (Málaga, 1987) escribió su primera novela durante los trayectos de tren en los que iba y volvía de su trabajo como asesor financiero en una consultora. Invertía algo menos de dos horas al día, 48 minutos cada trayecto, en ir y venir de Málaga, donde trabajaba, a Fuengirola, donde vive. El tiempo que muchos dedican a hundir la nariz en el móvil él, acompañado de su ordenador portátil, lo aprovechó para dar forma al thriller romántico El día que se perdió la cordura durante un año y medio.

“Había leído muchas novelas publicadas que creo que eran mucho peores que la mía”, reconoce a Icon Javier Castillo. Por eso se animó a contactar con varias editoriales a finales de 2014, cuando terminó el libro. Solo una le respondió que le dirían algo, pero 13 meses después porque no daban abasto con los manuscritos que reciben. Castillo no quiso esperar.

“No tenía sentido, yo tenía mi trabajo y para mí esto era un pasatiempo. Solo quería que alguien me leyera, así que subí la novela a Amazon, le puse un precio de tres euros, se lo comenté a mis amigos más cercanos y me olvidé”, explica el malagueño. A las dos semanas quiso comprobar si alguno de sus amigos la había comprado y lo que descubrió superó todas sus expectativas: El día que se perdió la cordura era número uno en España y la obra de Javier Castillo aparecía al lado de la de Ken Follet y Pérez Reverte.

“Pensé que el ranking estaba ordenado por orden alfabético, porque no me lo podía creer. De un día para otro empecé a vender 1.000 libros al día en Amazon”. Hoy, su primera novela lleva 33 ediciones y Javier Castillo, con 615.000 ejemplares despachados y cuatro libros publicados, es el tercer autor más vendido en España (por detrás de Arturo Pérez Reverte y Fernando Aramburu). Unas cifras que superan de forma salvaje la media del mercado editorial. Según el informe sobre el sector editorial español de 2018, elaborado por la federación de gremios de editores de España, cada título tiene una tirada media de 3.762 ejemplares.

El escritor, que ahora tiene 33 años, acaba de publicar su cuarta novela, La chica de nieve (a partir del 12 de marzo en las librerías españolas) y recuerda a Icon la vorágine que sucedió a su boom digital. “Al ver el fenómeno que estaba siendo en ventas digitales, muchas editoriales me escribieron interesándose por la novela. La que hoy es mi editora me escribió un tuit pidiéndome que no firmara con nadie porque estaban muy interesados y dos días después me hicieron una oferta”. Así comenzó la andadura de Javier Castillo, que seguía yendo a trabajar a Málaga todos los días porque pensaba que ya había vendido todo lo que podía vender en Amazon, junto a Suma de Letras, editorial que en 2017 publicó El día que se perdió la cordura en papel. “La primera edición del libro fueron 8.000 ejemplares. Desde entonces ha vendido casi 500.000 y ha sido número uno muchísimas semanas. Recuerdo que la editorial me llamaba casi todos los días diciéndome que era una locura lo que estaba pasando”.

Pero el precipitado éxito de Castillo poco tuvo que ver con la suerte del principiante. Su segunda novela, El día que se perdió el amor, continuación de El día que se perdió la cordura, estuvo ocho semanas en el número uno cuando se publicó en enero de 2018. Su tercera novela, Todo lo que sucedió con Miranda Huff, publicada en marzo de 2019, pasó diez semanas ininterrumpidas en el número uno. Tal y como explicaba Jesús Ruiz Mantilla en un artículo publicado en EL PAÍS en 2018, junto a Elísabet Benavent y Eva García Sáenz de Urturi, Javier Castillo es “uno de los grandes magos del best seller en español”, y más concretamente del suspense y la novela negra. Estos tres autores han logrado publicar y vender libros a una velocidad pasmosa sin que nadie esperara tales niveles de popularidad cuando empezaron desprovistos de respaldo editorial.

Sin embargo, el tercer autor español más vendido en España no cuenta con un apoyo de la crítica literaria equitativo al que recibe de un público que agota sus novelas en las librerías españolas. La obra de Castillo -novela negra, vertiginosa y efectista- pertenece a un ámbito de la literatura, el de las novelas de entretenimiento y consumo rápido, que no suele aparecer -ni lo pretende- en las publicaciones literarias. El escritor reconoce a Icon que al principio no entendía el desinterés que despertaba entre los críticos cuando estaba vendiendo cientos de miles de ejemplares, pero que con el tiempo lo vio como un ejercicio de justicia en el que otros libros que necesitaban más promoción que los suyos obtenían la atención que él no recibía por parte de los medios. “Ahora me parece genial que no hablen de mí e incluso me da paz mental. Es cierto que antes no lo comprendía, pero en este momento creo que es algo bueno. Lo único importante es que la gente te lea. Lo demás es alimentar el ego y este es el peor enemigo de cualquier escritor porque hay que estar preparado para no vender y para no gustar. Al final se trata de disfrutar del día a día con la familia y los amigos”.

Javier mantiene los pies en la tierra, escribe sus libros en la biblioteca pública de Fuengirola rodeado de opositores y estudiantes (“ya nos conocemos todos porque siempre vamos los mismos”), y su nombre apenas aparece en la prensa. Pero cada vez que va a una firma de libros, el malagueño atiende a miles de personas que esperan horas para compartir con él unos segundos. En Instagram le siguen más de 300.000 fans y sus libros se traducen a varios idiomas. Castillo ha sido invitado al almuerzo anual que organiza la Casa Real con motivo del Premio Cervantes y ha charlado sobre literatura con el rey Felipe y la reina Letizia. Incluso Joël Dicker, autor al que admira, alabó su obra en una frase que decidieron incluir en la solapa de su tercer libro (“Javier Castillo es sin duda el nuevo fenómeno de la literatura europea”).

Durante un tiempo, Castillo trató de compaginar su incipiente carrera literaria con el trabajo que había sido su sustento durante seis años y con su reciente paternidad, pues solo un mes antes de que Suma de Letras publicara su primera novela nació su hija Gala. “Pasaba mucho tiempo fuera de casa trabajando. No podía disfrutar de lo que me estaba ocurriendo con mi novela ni podía ver a mi hija todo lo que quería. Fue una época dura en la que cuando cogía a Gala lloraba y me di cuenta de que no podía seguir así. Necesitaba un trabajo que me permitiera estar en casa para vivir al máximo los momentos como padre y el éxito que estaba teniendo como escritor”. Y así Javier Castillo se despidió de la estabilidad laboral para apostar por su nueva vida como escritor. “No sabía si esto iba a tener continuidad pero sí sabía que necesitaba intentarlo”.

Tres años después de haber tomado esta decisión, el malagueño puede decir que hizo lo correcto pero no pierde la perspectiva y es consciente de que lo que a él le ha ocurrido no es lo normal. “Es muy complicado que a alguien le pase lo que me ha pasado a mí. Yo tengo buenos ingresos y vender las cantidades que vendo me permite vivir bien. Pero tengo muchos amigos autores que no pasan de los 10.000 ejemplares, que no deja de ser una barbaridad ahora mismo”, apunta Castillo, a la vez que reconoce que para tener un sueldo que a un escritor le permita sobrevivir debe vender unos 15.000 libros al año. “Por encima de eso te permite ahorrar y aún más por encima puedes permitirte espaciar los libros. Si vendes 100.000 ejemplares puedes plantearte escribir un libro cada tres años. Pero los que llegamos a esto somos unos afortunados, no es fácil. La mayoría lo que hacen es completar la escritura con su profesión”, matiza.

Haber vendido más de medio millón de libros le ha dado la oportunidad de cumplir uno de los sueños que compartía con su mujer, la influencer Verónica Díaz (conocida como Just Coco): construirse una casa con piscina y jardín donde poder criar a sus dos hijos, Gala, de tres años, y Bruno, de un año. La pareja hace partícipes a sus seguidores de su día a día a través del canal de YouTube que Verónica se abrió en 2016. En él, Javier aparece muchas veces escribiendo en casa mientras su mujer muestra cómo es su vida cotidiana a los 900.000 seguidores que tiene en la red social. El canal de YouTube que gestiona Verónica ha permitido a Castillo llegar a un público que de otra forma no le leería. “Es indudable que el canal te acerca a gente que no te conocería si no fuera por él. Sobre todo lo siguen mujeres que suelen leer novela romántica y que se lanzan a leer novela negra por curiosidad al verme en los vídeos de Verónica. Además, YouTube nos permite mostrar cosas de nuestra familia y también enseñar qué es lo que hay detrás de la escritura”, opina el autor de La chica de nieve.

En unos meses el fenómeno Javier Castillo traspasará las páginas de papel para colarse en las pantallas de televisores y ordenadores, pero de eso, aunque le ilusiona, no puede hablar mucho. “Se va a hacer una serie con mis dos primeras novelas y yo estoy ayudando en la parte preliminar de los guiones”. Cuándo y dónde podrá verla el más de medio millón de personas que han leído El día que se perdió la cordura y El día que se perdió el amor aún es un misterio.


Tomado del portal Icon de diario EL PAÍS (ES)