Jorge Drexler: «La pandemia ha traído una revitalización de la ilustración»

Foto: Jorge Drexler / abc.es

El artista uruguayo, que sufrió el coronavirus, recuerda los días de cuarentena antes del gran concierto online que ha preparado para mañana

Por. Nacho Serrano

Abc.es

Internet ha suministrado una auténtica sobredosis de actuaciones musicales en «streaming» durante la cuarentena, pero la mayoría de ellas han sido apaños muy caseros, que respondían a una urgente necesidad de sentir ese optimismo que sólo la comunión de un concierto genera. Como señala Jorge Drexler, esta relación ciberespacial ha priorizado la necesidad de comunicación sobre la calidad de la expresión artística, y ahora que las aguas empiezan a calmarse, todos, artistas y fans, tenemos un poquito más de tiempo y ánimo para volver a disfrutar de un «live online» de categoría, medido al milímetro, como el que el artista uruguayo ha preparado para este domingo con la colaboración de SON Estrella Galicia. Será a las 21:00 horas en los canales de Drexler en YouTube, Facebook e Instagram.

—Lleva varias semanas preparando este concierto.

—Los conciertos que hemos estado viendo estos meses eran más de sustento emocional que otra cosa. Eran muy domésticos, muy coloquiales, y fueron importantísimos, pero la gran ausente de esos contactos era la belleza. Por eso vamos a hacer un formato centrado en las características artísticas, en un estudio, con seis cámaras, escenografía, vestuario… con el mismo grado de preparación, o mayor, que un concierto estándar. Sin perder la comunicación con el público, ni la seguridad: todo el equipo se hará tests PCR.

—Muchos de los conciertos «domésticos» han servido para recaudar fondos, y los músicos no cobraban. ¿Qué le parece que las plataformas que los emiten saquen su beneficio y no donen su parte?

—Me cuesta juzgar la conducta de los demás. Los músicos tenemos esta característica: seguiríamos haciendo nuestro trabajo sin cobrar, porque es nuestra pasión. De hecho, a veces pagamos por seguir haciéndolo.

—Los artistas pasan mucho tiempo confinados, pero nunca de forma involuntaria. ¿Cómo le ha afectado?

—No he sentido mucha necesidad de comunicación en el confinamiento. Sé de otros colegas a los que les ha pasado lo contrario, que han tenido hipercomunicación e hipercreatividad. A mí me ha dado más por la introspección. Sentí que era un momento de estar más para adentro, de hacer silencio. Pero ahora estamos en esa especie de peri-normalidad, y sí siento la necesidad de sentir que hay alguien al otro lado de la cámara, sobre todo en los países iberoamericanos. España está como Uruguay, entrando en la nueva normalidad. Pero muchos países de Latinoamérica están en una fase muy cruda y alarmante.

—Sobre todo los países donde se ha creído menos en la ciencia.

—Sí. Ha habido una revitalización de la ilustración. Al final estamos comprobando que lo que sirve son los datos. No las opiniones, ni las creencias, ni las suposiciones. ¿Quién tiene los datos? Los científicos. Los países que los han escuchado están mejor que los que no.

—Usted pasó la enfermedad. ¿Vivir esa experiencia da una perspectiva más profunda de la pandemia? Lo digo por Boris Johnson.

—La pasamos todos en casa, y ahora tenemos los anticuerpos relativamente altos. Pero el primer mes pasamos muchísimo miedo. Evidentemente, estar enfermo tiene un potencial de cambio muy fuerte. El miedo te hace reflexionar mucho.

—¿Qué le parece la polarización que hay en la política española?

—Una sociedad sometida al miedo reacciona con el enfrentamiento, atacándose unos a otros. Eso se ve en cualquier experimento de laboratorio, pero yo esperaba más madurez de los políticos. No es buen momento para conquistar electores. Es una gran decepción para los que pensábamos que íbamos a salir mejores de esto. Aunque, afortunadamente, en Uruguay ha ocurrido lo contrario. Gracias a la unión de los políticos se ha hecho un trabajo brillante.


Tomado del diario español abc.es