La nueva propuesta de Feid, el raro del reguetón

Foto: El disco ‘19’ de Feid fue nominado al Grammy Latino el año pasado / Cortesía Universal Music.

El artista, nominado al Grammy, insiste en que el reguetón puede ser arte si se crea con criterio.

Por: Mateo Arias Ortiz

EL TIEMPO

La propuesta artística de Salomón Villada (Medellín, 1992) está en el medio de varios extremos. Ha trabajado con grandes nombres como J Balvin y Maluma, pero también con artistas emergentes como Álvaro Díaz o Rauw Alejandro. Hace reguetón comercial, pero lo mezcla con ritmos psicodélicos de ‘hip hop’ instrumental. Su estética visual tiende a lo ‘aesthetic’, heredada de la década de los 90. Dentro del mundo de la música urbana, algunos lo critican por experimentar demasiado; y desde afuera, algunos siguen juzgando su propuesta desde los estereotipos que carga el reguetón. No pertenece del todo a ningún lado.

Feid (que es su nombre artístico, derivado de la palabra fe en inglés: ‘faith’) empezó a escribirle y a producirle música a otros artistas en un estudio que sus papás le instalaron con un préstamo en su casa, en el barrio Buenos Aires, al oriente de Medellín. Durante años se hizo un lugar en la industria musical a punta de trabajar en los proyectos de los demás. Incluso llegó a escribir canciones para Thalía.

Quizás, acostumbrado a no figurar durante delante del escenario, forjó su sencillez. Él mismo comenta: “Yo no quiero ser famoso porque me visto con ropa de diseñador, pero que cuando me la quite no me reconozcan. Procuro ser honesto con mi música y con la figura pública que proyecto. Puedo hacer un video con un Lamborghini, pero si se me fue ahí toda la plata, el siguiente video lo hago con una sola cámara en el balcón de mi casa”.

Después de ser nominado al Grammy Latino el año pasado, a finales de abril estrenó su tercer disco que se titula ‘Ferxxo (Vol 1. M.O.R)‘. Su afición por la letra X se ve en los nombres de varias de sus canciones. ‘Ferxxo’ es una forma de escribir ‘Fercho’, que es como han optado por llamarlo sus fanáticos. ‘M.O.R.’ es un guiño a la abreviación de la palabra ‘amor’, por la forma en la que se usa para referirse a alguien y a la vez es la sigla de las palabras ‘Mensajes on Repeat’.

Algunos lo conocieron con el tema ‘Qué raro’, que grabó con J Balvin en 2016. ¿Cómo describe su evolución desde entonces?

En 2019 le di el mensaje a todo el mundo de que ya no iba a seguir escribiéndole a otros artistas. Fue una parte de mi carrera que disfruté mucho, pero que no me estaba llevando a donde yo quería llegar. Lo que siempre había querido hacer era mi propia música. Eso es lo que estoy haciendo ahora. Si hubiera hecho una canción como ‘Ateo’ y se la hubiera quedado otro artista que no fuera yo, habría perdido un poco la magia. Con este disco la evolución es evidente y se puede apreciar canción por canción. Todavía me falta aprender más, pero ahí vamos.

https://youtu.be/6SHIrbtXY1U?list=OLAK5uy_nm01Fkgf06yBAvizd-le7mVGNIStd0zbQ

Quizá canciones como ‘Ateo’ u otras del disco que son suaves y lentas no habrían sido exitosas en el reguetón de hace cinco o diez años.

Sí, ‘full’. Creo que esta propuesta es distinta. A mí me dio mucho ánimo de experimentar con libertad el disco anterior, que se llamó ’19’. Ese proyecto me lo señalaron en el mundo del reguetón porque se alejaba de algunas características propias del género. Lo atacaban porque yo hice todas las canciones solo, sin colaboraciones, que cada vez es menos común; porque la portada estaba diseñada con flores y también el arte de varios temas; porque, según algunos, los títulos de las canciones no tenían nada que ver con reguetón. Pero es que el hecho de que yo haga reguetón no quiere decir que yo tenga que seguir todos los estereotipos. Detesto las tendencias. Con 19 aguanté críticas durante un ratico, pero no importó porque al final la Academia de los Grammy Latinos me dio la nominación y eso me dio el impulso para seguir haciendo cosas arriesgadas.

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Los temas simples de este nuevo proyecto, como ‘Ate’o, ‘X19X’ o ‘TX VXS’ son los más complejos de hacer. Se requiere destreza y experimentación para llegar a la simplicidad.

¿Se podría decir que usted hace parte de una transformación del género hacia un lugar alternativo, como también propone Bad Bunny?

Total. Bad Bunny se ha encargado de educar al público. Yo le agradezco. Aunque ahora no estoy oyendo mucho reguetón, le doy las gracias. Qué bueno que él se encargue de expandir la cultura latina por todo el mundo.

¿Siempre quiso hacer reguetón, o al principio quería hacer rap, como otros reguetoneros?

Yo siempre la tuve clara respecto a que quería hacer reguetón. A mí me gustan otros géneros, pero eso no se compara con lo que yo siento por este en especial. Es por el sentimiento que me genera. Me recuerda esa sensación que tenía cuando estaba chiquito e invitaba a bailar a una niña. O cuando estaba más grande, sacaba el carro y sentía el bajo potente de Don Omar en los parlantes. Eso es incomparable. Me gusta el ‘reggae’, me gusta la salsa, pero nunca como el reguetón de la década del 2000.

A mí me gustaba el ‘hip hop’, pero en realidad no sabía mucho inglés y al final no entendía nada de lo que decían Eminem o 50 Cent. Me acercaba a eso más por cómo se veían los videos que por las letras. Así que cuando descubrí el reguetón y vi que los artistas se veían igual que los gringos, pero que cantaban en español, decidí que ese era el camino por el que yo quería ir.

Habla del reguetón de los 2000, pero su álbum tiene poco que ver con esos sonidos.

Estoy trabajando en un proyecto de reguetón vieja escuela. Pero en este disco yo quería mostrar mi arte, mi versatilidad y mis gustos.

¿Qué significa para usted la parte lírica de sus canciones?

A mí me gusta escribir canciones de amor. Y siento que en la época que nos tocó vivir, la gente joven ya no maneja el lenguaje del amor como antes. Cuando yo le estoy coqueteando a alguien, no le voy a decir algo como: “Mi amor, cuento los kilómetros de distancia que hay entre ambos”, o algo así. Yo sé que en la vida real uno diría algo como: “Mi amor, yo voy a borrar a todas las viejas del WhatsApp para que vos estés tranquila”. Así hablamos ahora, eso es lo romántico hoy. Yo hago letras para que las personas al oírlas piensen que quisieran oír eso viniendo de su pareja. Uno puede ser romántico no solo en un carruaje, sino en un Ferrari. Me concentro en aterrizar esas ideas y construir un lenguaje propio que pueda poner en las canciones.

¿Qué le diría a la gente que todavía cree que el reguetón es vulgar?

A mí me gusta hablar en las canciones de forma cotidiana y directa. Conozco a gente que ofende muchísimo y hiere mucho sin decir ni una sola grosería. Yo en cambio digo alguna que otra mala palabra, pero nunca soy vulgar ni ofendo a nadie. Simplemente hablo como se habla en el día a día, sin moralismos.

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Yo adopto elementos que son culturalmente propios del reguetón. Lo entendí mejor cuando fui por primera vez a Puerto Rico. Me sentí como si tuviera un restaurante de comida italiana y nunca hubiera ido a Italia, y el día que voy a Italia pido una pasta y veo que es muy diferente a como yo la preparaba. Yo hacía reguetón sin conocer Puerto Rico. Cuando viajé por primera vez entendí de dónde venían los estereotipos, porque allá era música de la calle. Pero hoy es un movimiento mundial y es muy diferente.

https://youtu.be/c5ZsSm45JV8?list=OLAK5uy_nm01Fkgf06yBAvizd-le7mVGNIStd0zbQ

¿Qué significa el arte para usted?

Mi papá, que es profesor de historia del arte en la Universidad de Antioquia, es quien me ha educado al respecto. Para él no hay nada mejor que sentarse a analizar mi música. Me hace comentarios y me aporta. Me ayuda a entender que la creación debe tener criterio y sentido. Considero que el reguetón también es una forma de expresión del arte y que se le pueden dar los giros que requiera, si se tienen fundamentos para proponer. Por ejemplo, le pedí a mi papá que pintara en acuarela la portada del disco anterior, y a mi hermana que ilustrara la de este. Esas son herramientas para que el género llegue a las personas que en algún momento lo señalaron. Quiero crear algo nuevo.

MATEO ARIAS ORTIZ
Redacción de Domingo
EL TIEMPO


Tomado del portal del diario EL TIEMPO