Las 5 claves de la Selección Colombia para golear a Ecuador

Foto: Jhon Jairo Bonilla

En tres días, la Selección sub-23 de Arturo Reyes pasó de la angustia a la euforia.

Por: José Orlando Ascencio

EL TIEMPO

Del abucheo con el que el público del estadio Centenario de Armenia recibió al técnico Arturo Reyes, cuando anunciaron su nombre por el sonido interno, a la ovación con la que esas mismas personas lo despidieron pasaron apenas un par de horas.

En ese lapso, la Selección sub-23 de Colombia tuvo 45 minutos extraordinarios, tal vez los mejores de la era Reyes, en los que ganó, gustó y goleó. Ese primer tiempo terminó 3-0, con golazos de Nicolás Benedetti (15 PT), Jorge Carrascal (26 PT) y Edwuin Cetré (32 PT). Luego volvieron las dudas por un rato, el DT recompuso y, finalmente, Johan Carbonero, que entró en la segunda parte, sentenció el 4-0 definitivo, a los 43 de la segunda etapa. ¿Cómo cambió tanto Colombia? Acá, las causas.

El nivel de Carrascal. No lo toquen, por favor…

El jugador de River Plate, reemplazado en el primer partido tras haber anotado el gol de Colombia, fue fundamental en esos primeros 45 minutos en los que la Selección Sub-23 recuperó la confianza y se ganó al público de Armenia.

Apareció, pidió la pelota, esta vez supo ser colectivo cuando lo necesitaba el equipo (como en el pase para el gol de Cetré), pero también supo aprovechar la individualidad, como en el golazo que marcó arrastrando marcas hasta quedar con espacio para rematar.

Y al final del juego, metió otro pase sensacional para que Johan Carbonero anotara el 4-0. Por favor, ¡no lo saquen!

  1. Las bandas. Un espacio que se aprovechó

Si se le criticó, y muy duro, al técnico Reyes por el planteamiento y los cambios en el partido contra Argentina, esta vez hay que reconocerle que tenía bien estudiado a Ecuador, un equipo que adelanta líneas, que saca a sus laterales, pero que deja muchísimos espacios. Y eso lo aprovechó Colombia, que sacó al ataque a Edwin Herrera y a Gabriel Fuentes y que tuvo a Ricardo Márquez, un jugador clave desde lo táctico: entraba y salía, rompía marcas y se juntaba con sus compañeros.

Al ‘9’ solo le faltó el gol: lo tuvo en un par de ocasiones, pero le faltó tino para definir.

  1. Los centrales. Una apuesta arriesgada

El DT Arturo Reyes hizo cuatro cambios en la nómina con respecto al partido contra Argentina. Uno era obligado, por la lesión de Kevin Balanta (de eso hablaremos más adelante).

Y terminó poniendo una pareja de centrales nueva integrada por Eddie Segura y Willer Ditta. En el primer tiempo no se supo si el tema funcionaba, porque Ecuador atacó muy poco. Pero en el segundo sí que los exigieron, y en general los dos, en especial Ditta, respondieron muy bien.

Habrá que ver, ante un rival de mayor exigencia, cómo responden en el trabajo de marca, pero al menos en este juego, el técnico se salió con la suya.

  1. La zona de marca. Para bien y para mal

La victoria de Chile 1-0 frente a Venezuela, a primera hora, obligaba a Reyes a arriesgarse. Escogió, como reemplazo de Balanta, a Jaime Alvarado, un jugador más de corte mixto que de marca pura.

Y a su lado mantuvo a Eduard Atuesta, que también es más de ida y vuelta que para esperar al rival. Todo eso, sumado a la intensidad que tuvo el equipo en el primer tiempo, resultó clave para empezar a sacar la diferencia.

En la segunda etapa, Ecuador metió un mediocampista más y complicó el juego. Reyes terminó tardando un poco, pero recompuso reforzando la mitad del campo.

  1. Nicolás Benedetti. Una tarea pendiente

Nicolás Benedetti fue puesto por Reyes en el primer partido muy tirado a la derecha, sin poder juntarse con sus compañeros, aislado y sin peso ofensivo.

Esta vez estuvo más hacia el centro, como socio de Carrascal, como eje para la salida de los laterales y como asistidor. Pero más de una vez el técnico Reyes lo llamó al orden: en el comienzo del segundo tiempo, especialmente, lo llamó a la raya y le pidió que colaborara con la marca.

Al final, terminó siendo el primer cambio de Colombia: el técnico mandó a la cancha a Iván Angulo con dos funciones: ayudar en la marca y aprovechar su velocidad.


Tomado del diario EL TIEMPO