Mick Jagger, Pearl Jam y otras estrellas de la música exigen una regulación del uso de sus canciones en mítines políticos

Foto: Mick Jagger - ABC

También se han sumado a la iniciativa Steven Tyler de Aerosmith, Elvis Costello, Sheryl Crow o Michael Stipe de REM

Por: Nacho Serrano

ABC

Más de cincuenta estrellas de la música han firmado un manifiesto en el que se exige una regulación del uso de sus canciones en mítines electorales, especialmente en Estados Unidos, donde los políticos prácticamente tienen carta blanca en este sentido. El comunicado, respaldado por celebridades como Mick Jagger, Sheryl Crow, Lorde, Michael Stipe de REM, Lionel Ritchie, Elvis Costello, Blondie, Green Day, Cyndi Lauper, Alanis MorrisetteT Bone Burnett o Steven Tyler de Aerosmith, además de por la familia de Kurt Cobain, pide tanto a demócratas como republicanos que soliciten su consentimiento antes de pinchar sus éxitos en actos de campaña.

La asociación Artist Rights Coalition (ARC) ha impulsado la firma y publicación de esta carta abierta, que subraya que «ningún artista debería ser forzado a comprometer sus valores o ser asociado con políticos a los que no respetan o apoyan», y proclama que «para defender la libre expresión y la política, estamos reclamando a las campañas que pidan permiso antes de usar música en los eventos políticos. Además, argumenta que «para los artistas que escogen comprometerse políticamente en otros contextos, esta utilización no autorizada confunde sus mensajes y socava su efectividad».

La utilización de grandes hits del pop y el rock ha generado mucha polémica especialmente en las dos últimas elecciones estadounidenses, en las que se han producido reclamaciones de artistas como Rihanna, Adele, los Rolling Stones, Pharrell Williams, Neil Young, Queen o las familias de los fallecidos Prince y Tom Petty.

En España también se han producido numerosas controversias por este tema. Juanes arremetió contra Vox por utilizar su canción «A Dios le pido», y el mismo partido recibió una queja de Coque Malla cargada de ironía por usar « No puedo vivir sin ti». Macaco criticó al Partido Popular por poner «Seguiremos» y a Falange Española por hacer lo mismo con «Moving», Sidonie lamentó que el PSOE utilizase «Estáis aquí», y Love of Lesbian se quejó de que el PP pinchase su «Fantastic Shine». Manu Chao amenazó con a demandar a este mismo partido por usar «La Trampa», aunque después no se supo más del asunto.

A pesar de todas estas polémicas, en nuestro país nunca se ha llegado a producir un movimiento colectivo parecido al que ahora lidera Mick Jagger. «A mí me parece fantástico que hayan firmado esa carta», dice Pancho Varona. «Que las utilicen sin permiso es una falta de respeto total, porque las canciones no pueden tener dueño», opina el escudero de Joaquín Sabina, que hasta ahora no sabía que «Ciudadano Cero» sonó en varios actos de Podemos en 2015, y sin embargo no lo ve con malos ojos.

«Hay una diferencia importante entre el caso español y el estadounidense», aclara Ramoncín. Las licencias que otorga ASCAP (American Society of Composers, Authors and Publishers) son distintas a las de las sociedades de autores europeas, como SGAE, PRS o SACEM. Aquí es más complicado porque hay una cosa que se llama derecho moral, y como autor puedes acogerte a él. Si el PP, el PSOE o PODEMOS, o el que sea usa una canción de un artista sin permiso, ese artista puede demandarle por el derecho moral. El problema es que una vez que un partido lo hace, ya no hay vuelta atrás y ya está hecho el daño moral. Podemos, por ejemplo, utilizaba muchas canciones en sus primeras manifestaciones y no sé si pedía permiso. Lo normal en España se que cada partido use su propia sintonía, o contratan a grupos para que actúen en sus actos, así que es raro que se dé este problema».

¿Qué pasa cuando efectivamente se produce ese problema? «Es complicado, porque mientras haya comunicación pública y se respeten los derechos económicos del artista, se pueden escapar y pueden usar esas canciones. Pero si un partido que a mí no me gusta utiliza una canción mía, a lo que se arriesga es a la demanda por derecho moral. En ese momento comienza un conflicto jurídico», explica Ramoncín, cuyos temas han sonado en otros ámbitos siempre con arreglo a derecho. «Por ejemplo, en la serie «Cuéntame» utilizaron mi canción «Ángel de cuero» en una escena en la que apuñalaban a un chico en la cárcel, y pidieron todos los permisos, los de la parte editorial y los de la parte autoral. Si uno de los dos no quiere, no se puede utilizar».

En cualquier caso, Ramoncín opina que un movimiento parecido al de Mick Jagger y compañía «en principio no es tan necesario» en España precisamente por la figura del derecho moral. «Aquí, si usan una canción sin permiso, al minuto siguiente puedes llevarlos a los tribunales, cosa que no creo que se pueda hacer en Estados Unidos»


Tomado de portal ABC