La industria de la música cambiará el término «música urbana» por «música negra»

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Las grandes multinacionales discográficas apoyan la iniciativa, surgida a raíz de las protestas antirracistas por la muerte de George Floyd

Por: Nacho Serrano

Abc.es

El asesinato de George Floyd ha desatado una oleada de revisionismo de la historia de la cultura estadounidense que ahora ha llegado a la industria de la música, donde se ha planteado sustituir el término «música urbana» por «música negra».

En una carta abierta a los agentes fonográficos del sector, varios ejecutivos de grandes multinacionales como Warner, Universal, Atlantic, Columbia o Sony piden hacer este cambio porque «la industria de la música se ha aprovechado durante generaciones de la rica y variada cultura negra, sin dar a conocer el racismo sistemático y estructural que ha afectado a la comunidad negra».

«Hemos disfrutado del ritmo y hemos ignorado el blues», continúa el documento, que da las gracias a todos los que participaron en el parón musical del 2 de junio en solidaridad con Floyd, pero pide más acción. «Vuestras demostraciones públicas de apoyo en estos últimos días han sido apasionadas, y las apreciamos, pero creemos que tenemos que dirigirnos hacia cambios tangibles, para dar poder real a ese apoyo».

Los firmantes proponen otras cuatro medidas concretas: realización de talleres antirracistas para los trabajadores blancos de la industria; creación de un fondo anual para apoyar económicamente a las organizaciones y los proyectos de artistas negros; impulso del crecimiento profesional de los negros en las empresas y los puestos de dirección; y el establecimiento de un organismo que revise la diversidad de las compañías dedicadas al negocio de la música.

Este anuncio llega sólo unos días después de que Republic Records, el sello discográfico de estrellas como Drake, The Weeknd, Nicki Minaj, Post Malone, Taylor Swift o Ariana Grande, comunicara que retiraba la etiqueta «música urbana» para sustituirla por «negra».

«’Urban’ está enraizado en la evolución histórica de los términos que buscaban definir la música negra», dice su comunicado. «Como con gran parte de nuestra historia, la connotación original del término urbano no se consideró negativa. Sin embargo, con el tiempo el significado y las connotaciones de ‘urbano’ han cambiado y se convirtió en una generalización de los negros en muchos sectores de la música. industria, incluidos empleados y música de artistas negros. Si bien este cambio no afectará y no afectará estructuralmente a ninguno de nuestro personal, eliminará el uso de este término anticuado. Ya no usaremos el término ya que creemos que es un paso importante hacia adelante y una palabra obsoleta, que no tiene lugar en 2020 en adelante. Alentamos al resto de la industria de la música a considerar hacer lo mismo, ya que es importante dar forma al futuro de cómo queremos que se vea, para no adherirse a las estructuras obsoletas del pasado».

La primera compañía que siguió el ejemplo de Republic Records fue la influyente agencia de management de Los Angeles, Milk & Honey, pero ahora parece que podría producirse una avalancha de adhesiones tras este comunicado conjunto de las grandes multinacionales.

El problema de la terminología

El sociólogo Elijah Anderson ya habló de «música urbana» hace tiempo, asegurando que es una noción basada en el «icono de gueto, que es donde vive la gente negra, simbolizando una parte muy concreta de la ciudad marcada por la pobreza, el crimen, las drogas y la violencia». Con la ayuda de la representación de esta idea en los medios y en la cultura popular, asegura Anderson, «el gueto ha alcanzado un estatus icónico, siendo una representación muy estereotipada cargada de prejuicios y discriminación».

El rapero Tyler, The Creator fue uno de los primeros artistas famosos que plantearon esta cuestión. En los últimos premios Grammy, celebrados hace unos meses, preguntó con cierta ironía si incluir la categoría de «urbano» en estos premios era una «manera políticamente correcta de referirse a la n-word» (la palabra nigger, término despectivo para referirse a los negros). Él sin embargo no aboga por el cambio a «música negra», sino simplemente a «pop».

El término se remonta a mediados de la década de 1970, cuando el DJ de radio negro de Nueva York, Frankie Crocker, acuñó la frase «contemporáneo urbano» para definir su estilo como pinchadiscos. Por su parte, la etiqueta «música negra» lleva utilizándose desde principios del siglo XX para referirse a toda la música creada por personas de raza negra. A lo largo de las décadas, esta expresión ha tenido connotaciones que se podían considerar racistas ya que nadie habla de «música blanca», pero desde el surgimiento del hip-hop a mediados de los setenta adquirió un significado más empoderante y menos discriminatorio.

La cuestión es que la definición «música negra», como sustituto de «urbana», resulta enormemente ambigua. ¿Qué pasa con todos los artistas de otras razas que cantan rap, trap, R&B o reguetón, casi siempre englobadas bajo ese paraguas terminológico? ¿Lincharán a Rosalía si dice que hace música negra? ¿Acaso no tiene raíces afroamericanas el noventa por ciento de la música popular (la blanca y la negra) actual? El debate semántico está abierto, y promete emociones fuertes en el futuro inmediato.


Tomado del portal abc.es